Prensa.
Diario El Nacional.
Caribes
pisó fuerte en el ruedo del Magallanes y embistió al Toro Carlos Zambrano
temprano, en el primer inning, caminó a una paliza de 16 a 3. El resultado del
partido mostró las fortalezas de la tribu y desnudó las falencias de la galera.
Dos equipos que, por su rendimiento, se encuentran en las antípodas de la liga. Anzoátegui combinó dos errores de Jesús Flores en
la inicial con 3 de los 21 hits que consiguió, para marcar 3 anotaciones y
señalar el rumbo del encuentro. Zambrano logró mantenerse en pie al
final de la entrada, sólo para entregarle la pelota al mánager Luis Sojo en el
segundo capítulo, luego de apenas retirar a dos bateadores.
Batalló con el descontrol. 20 de sus 42 envíos
fueron bolas. Regresó cabizbajo al dugout y, pese a recibir, aplausos,
no fue el debut que esperaba. La efectividad del pitcheo colectivo de
los Navegantes se disparó a 11.60 en sus últimos 5 desafíos, mientras que
encajaron su tercera derrota en fila y la octava en 10 encuentros.
Los anzoatiguenses colocaron el sexto eslabón en
su cadena de victorias, a dos del récord de la franquicia, establecido en
diciembre de 1997, y cuentan 34 imparables en dos noches. "Las
cosas han empezado a salir bien", dijo el piloto Alfredo Pedrique.
"El bateo ha sido oportuno y el pitcheo ha respondido. Las incorporaciones
de (Avisail) García y ( Johermyn) Chávez le inyectaron al lineup 2 bates
frescos de poder, que han ayudado a (José) Castillo, que no tenía protección.
Este es el equipo que imaginé en las prácticas".
Castillo remolcó 5 anotaciones, 3 de ellas,
gracias a cuadrangular con 2 de sus compañeros en circulación, en la parte alta
del quinto. "Están saliendo buenas conexiones", soltó el Hacha.
"Justo lo que necesitamos para conseguir una seguidilla y continuar
ascendiendo. Simplemente jugamos un buen beisbol". Chávez, que se unió a los indígenas en el cambio
que uniformó de navegante a Zambrano hace 2 semanas, disparó el primer
cuadrangular con su nuevo club. El estacazo trajo a la goma las últimas 2
rayitas de los visitantes y estableció un récord de imparables en un partido
para la franquicia.
"Sentí nervios antes del partido",
admitió el jardinero. "En ningún momento pensé en irrespetar al
Magallanes, que me dio la oportunidad de jugar por primera vez en esta liga.
Pero estaba buscando ese batazo para demostrar mi todo mi potencial". Chávez no tuvo temor a ocultar su amplia sonrisa,
tampoco sus compañeros. La noche terminó con la serenidad del que se sabe
exitoso. Al otro lado del parque reinó la desolación y los ecos de las
rechiflas contra el estratega Sojo, que no estuvo disponible para hablar con la
prensa. Tampoco Zambrano hizo comentarios. Anzoátegui sigue en pie de
guerra. Magallanes navega en aguas turbulentas.