Prensa. Lider.
La
revancha fue consumada. Los Caribes de Anzoátegui se coronaron por segunda
ocasión en la historia de la LVBP, al vencer a los Navegantes del Magallanes, 8
por 3, en el José Bernardo Pérez, y cerrar la serie a su favor, 4-1.
El
marco era mismo del año pasado, pero con los protagonistas en posiciones
contrarias. Quinto juego de la final y el visitante buscaba coronarse. Muchas
tribunas estaban desocupadas desde temprano, pero poco a poco fue llegando
gente, hasta que se registraron 11 mil 115 personas.
La
nave parecía decidida a llevarse la serie a Puerto La Cruz. Endy Chávez recibió
al abridor oriental, Amílcar Gaxiola, con jonrón por la derecha. Luego de
cuatro episodios llenos de dejados en base –al final sumaron 25 estancados
entre los dos equipos-, la tribu anotó la primera carrera, en las piernas de
Niuman Romero, con fly de sacrificio de Oswaldo Arcia, en el quinto tramo.
Sin
embargo, los eléctricos respondieron en ese mismo episodio con dos anotaciones
más, gracias a una línea de Mario Lissón que se le fue por debajo de las
piernas a Romero, con las bases llenas.
Pero,
la venganza se consumó en el séptimo inning, en el que José Castillo se embasó
al deslizarse de cabeza en la inicial, con un out. La tensión se sentía en las
tribunas cuando Alexi Amarista –quien llegó al parque en pleno desarrollo del
juego- entró como bateador emergente, con hombres en las equinas y el juego por
dos. El camarero le conectó un largo doble por el centro a Máximo Nelson para
poner el maracdr por una rayita. Ya con dos en bases, Gorkys Hernández dio el
hit, el flechazo mortal que volteó la pizarra, 4-3, y ponía a celebrar a los
pocos partidarios indígenas presentes en el parque carabobeño.
José
Gil terminó de montar la fiesta con jonrón de dos carreras, contra Hassan Pena.
El batazo causó frustración en las tribunas y el juego fue detenido por
momentos, mientras dispersaban algunas reyertas. Dos anotaciones más, producto
de un hit de Castillo, sentenciaron el juego y le dieron paso al cerrador Pedro
Rodríguez, quien puso fin a la historia, con ponche a Josmil Pinto. Caribes
saltó al centro del montículo y entre abrazos y gritos, festejaron la desquite
que solo les demoró un año en llegar.