Aunque
algunos establecimientos ya empezaron a desmontar el sistema de venta de
productos básicos por terminal de cédula, lo acordado entre los comercios
privados y el gobierno era que este esquema sería eliminado solo cuando se
activaran las captahuellas, reveló una fuente vinculada al proceso.
Prensa.
elestimulo.com
Las recientes declaraciones del ministro
de Alimentación, Carlos Osorio, prometiendo la eliminación de la venta por
cédula, generó preocupación en el sector. “Quitar el esquema de los terminales
sin tener otro tipo de control, ni tener funcionales las máquinas captahuellas,
sería generar nuevamente largas y tediosas colas en las tiendas“, dijo la
fuente consultada.
De acuerdo con publicaciones de varios
medios de circulación nacional, a casi 10 días del anuncio de Osorio el sistema
del terminal de cédula empezó a desmontarse en los establecimientos públicos,
Pdval y Bicentenario, y en Makro. La fuente aseguró que las cadenas privadas de
supermercados y farmacias -con la excepción de Makro- planean continuar con
este mecanismo hasta que el sistema biométrico esté operativo en todos los
comercios, tal y como se había acordado en un principio con el gobierno.
Afirmó también que en este momento las
captahuellas no se encuentran interconectadas. Se espera que el sistema
arranque en julio, pero habrá que esperar un poco más para que funcione tal y
como fue concebido, es decir, para que sea capaz de bloquear a los usuarios que
no puedan justificar compras excesivas. Sin embargo, aunque el sistema de la
cédula sea eliminado, continuarán limitándose las cantidades semanales que
puede adquirir el consumidor, de acuerdo a una lista publicada recientemente
por el Ministerio de Alimentación.
Entre marzo y abril, todos los
supermercados y cadenas de farmacias se terminaron de apegar a la venta de
productos por terminal de cédula como una fórmula para evitar las largas colas
que se formaban en las afueras de los establecimientos, y por las cuales fueron
sancionadas algunas empresas. Este mecanismo, aunque no es el
preferido por los comercios, ha funcionado para descongestionar las tiendas,
indicó el consultado. Eliminarlo ocasionaría el resurgimiento de las colas,
“peores que las registradas a principios de año”.