Prensa.
Los Viajes de Montenegro.
Todos nosotros sabemos que Venezuela es
el país más bello del mundo, pero a veces no explicamos bien el motivo. Hoy encontraremos
otra razón por la cual nuestro país es el paraíso terrenal: Hato Cedral. La
naturaleza más delicada y pura del mundo, flora y fauna nutridas por la gracia
de Dios y el aire más puro que existe, lo puede apreciar en un ambiente de
perfecta simplicidad en el medio del estado Apure. Hato Cedral es un paraíso
natural que desde hace muchos años alberga, en sus 53.000 hectáreas, más de 340
especies de aves, 50 especies de mamíferos y 40 especies de reptiles quienes
viven libres y felices, en este rincón asombroso de nuestros llanos.
En Hato Cedral se han contado más de
20.000 chiguires, dicen que es la población más extensa de esos animalitos en
ninguna hacienda o parque del mundo. Ellos viven en una harmonía perfecta con
osos palmeros, venados, monos, miles de patos, babas, caimanes, y hasta con
anacondas, que son las serpientes más grandes del mundo.
El típico viaje al Hato Cedral comienza
muy temprano en la mañana, porque deberá partir de Caracas a las 6:00am vía
Barinas. Recorrerá media Venezuela y alguno de los paisajes más bonitos del
llano. Pasará por el Campo de Carabobo, San Carlos, Acarigua, Guanare y la
ciudad de Barinas. Trate de almorzar allí y luego tome hacia el sur, que una
vez cruce el puente sobre el río Apure, comenzará su aventura inolvidable.
Apenas llegue al Hato Cedral deje su
equipaje en la posada y comience a recorrer el hato, en un camión especialmente
diseñado para eso, acompañado con un guía especializado. Esos guías tiene el
ojo tan acostumbrado a estas llanuras, que ven lo que nadie distingue; se
detienen cuando perciben alguna anaconda descansando en un charco al borde del
camino, desvían el curso cuando un oso palmero está a punto de cruzar un
estero, y le ayudará a pescar con destreza unas pirañas invisibles, que usted sólo
notará cuando las saque del río. Los guías también le llevarán a un río, donde
alimentan con destreza desde el bote a las babas hambrientas. Luego cuando
regresen, en alguna playa de un caño, llamarán golpeando el suelo con una vara,
a unos cocodrilos gigantes que sólo ellos saben donde anidan, para que saluden
y asusten a los turistas con sus fauces.
Hay tanta fauna libre en Hato Cedral,
que usted quedará saturado por tanta belleza. Durante los atardeceres, mientras
se pone el sol, miles de aves vuelan buscando sus nidos donde pasar la noche, y
parecieran tapar el cielo con sus alas. El espectáculo es asombroso.
Su guía seguramente también le llevará a
conocer un nido de mapache, en el tronco de un árbol. Le enseñará a alimentar
gavilanes con pirañas en el caño de un río, a observar como arrean a los
becerros, y hasta ordeñar para hacer queso llanero, en alguna de las queseras
del hato.
Al final del día, regresará a la posada
del hato muy cansado, para darse un baño reparador que tanto necesitará. Luego
diríjase al comedor de la posada para contarse las aventuras del día con los
otros visitantes, en medio de una cena memorable de comida criolla y sabrosa.
Si tiene suerte escuchará arpa, cuatro y maracas, en una noche de ensueño
llanero bajo las estrellas que tanto se ven en el estado Apure. Al día
siguiente tómelo con calma y descanse en una tumbona alrededor de la piscina de
la posada, para que reponga fuerzas y salga en la tarde de nuevo a recorrer el
hato. Como es tan grande, seguramente le llevarán por sabanas diferentes, donde
encontrará más fauna que el día anterior.
El Hato Cedral sigue recibiendo a los
turistas con el mismo cariño de siempre, así que anímese a conocerlo que estoy
seguro recordará este viaje toda tu vida. Para llegar tiene dos opciones, la
más fácil es por Barinas. Son nueve horas de carretera y después de llegar a la
ciudad de Barinas, tome la vía hacia Bruzual, en Apure. Luego de cruzar el
puente sobre el río Apure, siga hacia una intersección o “Y”, tome a la derecha
y el hato está a cinco minutos.
En Hato Cedral hay una posada comodísima
que tiene 25 habitaciones con aire acondicionado, piscina, comedor y espacios
para descansar. Ese es el mejor alojamiento, para reponer fuerzas después de un
día de aventura. Para reservar en Caracas, las oficinas del Hato están en el
hotel Alba Caracas, local Agroturismo. Las coordenadas del hato son: (0416)
502.40.64, www.hatoelcedral.com.ve. En el Hato hay un comedor bien bueno, donde
sirven la mejor comida llanera. Muy casero todo, pero divino; jugos y guarapos,
casabe crujiente, plátanos maduritos, arroz, ensaladas y carne mechada, al
mejor estilo de nuestra cocina criolla.
No olvide llevar ropa fresca y cubierta,
porque el sol pega duro en Apure. Úntese protector solar cada dos horas, póngase
un sombrero y lentes oscuros. Lleve un impermeable. Cámara de fotos
indispensable.