Prensa.
Estimulo.com.
La
dirigente de Vente Venezuela recientemente advirtió que de no lograrse el
referendo revocatorio (RR) presidencial en 2016 no apoyaría este proceso en
2017. Considera que si el presidente Nicolás Maduro niega esa vía
constitucional lo que el país debe hacer es proceder a la desobediencia cívica
nacional. “Un Villa Rosa en toda Venezuela”.
¿Desde
cuándo está recorriendo el país?
Desde
hace 15 años. Primero con Súmate y ahora con Vente Venezuela. Para mí fue un
descubrimiento. Conocía el país por haber hecho turismo interno, como
cualquiera o porque tienes familia y amigos que viven en distintos estados,
pero nunca lo había hecho de una manera tan profunda e intensa en lo emocional.
Los recorridos se han dinamizando con el tiempo en la medida en que es más
urgente la formación de una plataforma ciudadana, no solo política. Una
plataforma de resistencia de lucha y construcción.
Machado
recibe al equipo de El Estímulo en una oficina de paredes blancas, con una
pequeña biblioteca llena de libros. Tiene cientos de rosarios colgados en los
estantes. Son regalos que recibe en sus giras. En la quinta “Bejucal”, donde se
ubica la sede del partido, también hay un altar casero con decenas de vírgenes.
Son más obsequios de compatriotas que conoce en sus recorridos. Apenas inicia
la conversación, entra una mujer para servir café. “Gracias señora Ana”, indica
María Corina mientras le pone un poco de edulcorante a su bebida:
Es
evidente que los tiempos se han acelerado y que el régimen está muy consciente
de lo que está sintiendo Venezuela y por eso ha decidido apretar.
—¿Cuántas
sedes de Vente Venezuela ha instalado en el país?
Unas ochenta casas azules en lo que va de año.
—¿Por
qué se llaman así?
Se
llaman así porque el azul representa a Vente. Son las casas de la prosperidad.
Estamos convencidos de que somos el partido de la libertad y nuestra aspiración
es que toda Venezuela pueda avanzar en un entorno de libertades, prosperar con
base al trabajo. Un país, donde cada uno pueda desplegar su talento y que cada
quien pueda llegar a donde quiera. La sociedad en la que creemos es una que
tenga elementos de propulsión que te empujen y acompañen. Eso se lo hemos
planteado al país y lo denominamos ‘el libre desarrollo’. Es lo que queremos
que nuestras sedes representen. Son espacios de encuentro para promover los
valores. Queremos que Vente se convierta o reafirme el encuentro entre la
política y los valores: política y ética, que siento, es el mayor desafío que
requiere el país. Es el único partido liberal, no socialista, del país.
—¿Cómo
es un día de María Corina Machado?
No
hay dos días iguales. Tiendo a levantarme bien tempranito y si estoy en
Caracas, intento sacarle el máximo provecho a todos los contactos con los
sectores y medios, y por supuesto, paso tiempo con mi familia que al final
sufre mucho con esta dinámica que tenemos ahora.
—¿Ha
recibido amenazas?
Desde
hace mucho tiempo.
—¿De
muerte?
Vamos
a decir que sí.
—¿Qué
cualidades considera debe tener un Presidente para asumir la dirección de la
Venezuela que quedará después de este Gobierno?
Creo
que la crisis más grave que estamos viviendo es moral. Lo fundamental que
deberá tener esa persona es la capacidad de generar confianza sobre la
autoridad moral. Debe tener el liderazgo para poder hacer un gran equipo con
los mejores. Debe tener la capacidad de articular acuerdos entre múltiples
sectores buscando a los mejores. Pero realmente tratando de crear una verdadera
alianza nacional que es lo que requiere el país para la recuperación. Además,
debe tener capacidad de gerencia y eficiencia.
—En
el partido de Gobierno, a pesar de las diferencias, siempre se mantiene un
mismo discurso. ¿Por qué no pasa lo
mismo en la Unidad?
Porque
el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es la expresión de un régimen
totalitario en donde el que diserte es execrado, literalmente. La Unidad tiene
que ser una coalición democrática donde el pluralismo y la capacidad de
disentir sea uno de los principales valores y fortalezas. No podemos ver la
crítica y autocrítica como una debilidad, sino todo lo contrario. Tiene que
haber espacio para eso. Si la lucha que estamos dando es existencial, no
solamente electoral, entonces no es un tema solamente de los partidos o de un
cogollo de partidos. La propuesta que le he hecho a la MUD, desde hace muchos
años, es hay que abrirse a la sociedad. No le puedes tener miedo a la sociedad
civil.
—¿La
MUD atiende sus observaciones?
Hasta
ahora, no.
—¿Se
reúne con la alianza opositora?
Ya
va. La Mesa de la Unidad completa no se reúne desde enero. Se reúne un grupo de
cuatro partidos que son los que están tomando las decisiones y eso no está bien
porque son más de 15 los que hay en la Mesa. No importa su tamaño, porque no se
trata de cuántos miembros o militantes tengas, sino que son voces que forman la
pluralidad de un país.
Si
no te abres a los partidos ¿qué puedes esperar del resto de la sociedad? Si
algo se ha fortalecido en estos 17 años, es la organicidad de la sociedad
civil. Han surgido ONG’S defensoras de derechos humanos, otras que promueven la
ecología, grupos que provienen de movimientos religiosos, otros que están
vinculados al sector laboral y a los derechos de los sindicatos. Hay
organizaciones de estudiantes, comunitarias, de la Academia. También está la
Iglesia. A mi modo de ver, la Iglesia Católica venezolana, en particular, ha
tenido una función y posición histórica de lucidez y de valentía. Siento que es
el momento de crear un gran movimiento cívico que debe promover la MUD. Donde
esté incluida al MUD, pero que se abra a todo el país.
—¿Muestra
sus críticas a la opinión pública porque no se siente escuchada dentro de la
Unidad?
Nosotros
hemos planteado nuestros puntos de vista de manera reiterada. Por escrito y en
reuniones privadas, bilaterales, porque, como dije, no hemos tenido encuentros
generales. Creo que no hay que tener miedo a que públicamente uno diga que las
cosas deben ser de una manera y no de otra. Creo que, lejos de verlo como una
debilidad, es una gran fortaleza. Si no fuese así estaríamos reforzando lo que
son las prácticas del pensamiento único que hay en el PSUV.
—¿María
Corina Machado baila sola?
Al
contrario. Ven conmigo a recorrer el país para que veas lo que la gente está
diciendo.
—Me
refiero a que baila aparte de la mesa de la MUD, no de la gente.
¿No
crees que la Mesa debería estar con la gente? Entonces no será que quienes
toman esas posiciones -de creer que bailo sola- están dejando de lado a la
gente. Yo estoy del lado de la gente, siempre. Estoy diciendo lo que yo siento
y lo que a mí me exige el ciudadano.
—¿Qué
es lo que demanda la gente?
Verdad,
franqueza, transparencia.
—¿Y
en lo práctico o acciones?
Firmeza.
Elevar el desafío.
—¿Siente
que la MUD no ha sido firme en cuanto a sus palabras y a sus acciones?
Creo
que estamos frente a una etapa en la que la gente está pidiendo más porque
estamos a mediados de septiembre. ¿Cuántos días quedan de aquí al 31 de
diciembre? El tiempo está pasando y no es algo menor.
La
MUD lleva cinco meses intentando activar un referéndum revocatorio contra el
presidente Nicolás Maduro. Si la consulta no se hace antes del 10 de enero de
2017, revocar al mandatario le dejaría la silla presidencial al Vicepresidente
de la República hasta completar el período en 2019.
A
mí me preocuparon muchísimo las declaraciones del expresidente del Gobierno
español José Luis Rodríguez Zapatero cuando expresó que el revocatorio puede
ser este año, el año que viene o no ser nunca.
¿Cómo que no importa? ¿Esa es la posición de un mediador?
El
6 de diciembre (de 2015) hubo un mandato (por parte del pueblo) que fue el
cambio del régimen este año. La fuerza democrática consideró una serie de
mecanismos a principio de año. Nosotros desde Vente Venezuela hemos insistido
en que la vía más expedita es la renuncia. Sin embargo, cuando las fuerzas
democráticas avanzaron con el revocatorio, lo apoyamos con todo, siempre
alertando el riesgo de ponerse en una agenda que controla el Consejo Nacional
Electoral (CNE) y ante un mecanismo que tiene un tiempo. Porque el tiempo es
este año. En ese sentido, aun considerando que no era nuestra primera opción,
lo hemos acompañando con todo. En cambio, el riesgo de un revocatorio en 2017 sería sacar el
dictador pero dejar a la dictadura.
—¿Por
eso el tuit del otro día? ¿Qué salida política le ve a Venezuela sino hay
referendo en 2016?
Machado
recientemente lanzó un fuerte mensaje a través de su Twitter en el que
escribió: “Conmigo no cuenten si se acuerda el referendo revocatorio para el
2017”.
Aquí
el diagnóstico es: estamos enfrentando una dictadura, es una dictadura
militarista, absolutamente indolente que no le importa que se nos mueran los
bebés recién nacidos –y aún eso ocurriendo- (el Gobierno) niega los
medicamentos. Es además una dictadura criminal porque se han develado los
vínculos que tiene con las mafias internacionales. No puedes considerarlos dictadores
y pensar que se van a comportar como demócratas, ni si quiera como autócratas.
Se van a comportar como criminales.
Mi
punto no es mantener una esperanza que no sea cierta, sino lograr el objetivo
de construir una Venezuela democrática, libre y próspera, y eso pasa por
detener a este régimen ya.
Tenemos
la fuerza y lo primero es que tenemos que creernos es que tenemos la fuerza. Y
yo que recorro Venezuela te lo digo. Allí está. La gente está dispuesta. Y
¿sabes qué? Los venezolanos sí sabemos lo que tenemos que hacer. Cuando a mí me
dicen, ¿Qué es lo que hay que hacer? Perdónenme, aquí estamos claritos en qué
es lo que hay que hacer.
María
Corina Machado
—¿Y
qué es lo que hay que hacer?
Lo
que hizo Villa Rosa. Un centenar de venezolanos se pararon firmes y dijeron:
‘no más, no tenemos miedo y somos capaces de decírselo en su cara, somos
capaces de actuar sin violencia pero con firmeza’. Lo que nos han tratado de
decir es que hay tan solo dos vías de acción: o eres violento o eres
inofensivo. Eso es mentira. Ni violentos, ni inofensivos. Hay que ser:
eficaces. El planteamiento no es esperar hasta 2017, ni decir que tiramos la
toalla. Todo lo contrario, el revocatorio debe ser en 2016, y si Maduro niega
esa vía constitucional, entonces procede la desobediencia cívica nacional, que
es Villa Rosa en toda Venezuela. Para eso debemos prepararnos.
El
2 de septiembre 2016, el presidente Nicolás Maduro fue sorprendido por quienes
fueron fieles al chavismo con silbidos y cacerolas en la localidad de Villa Rosa,
estado Nueva Esparta, durante una visita. Un día después de la convocatoria
opositora denominada la “Toma de Caracas”.
—Algunos
dirigentes de la MUD son críticos con usted porque consideran que ataca a la
alianza en vez de enfrentar al verdadero culpable que, aseguran, es el
Gobierno. ¿Qué les dice a estas personas?
Eso
me sorprende. ¿A mí no me decían que era radical porque dije que esto era una
dictadura? Cuando estaba en la Asamblea me decían que era muy dura con el
Gobierno, que tenía que darle el beneficio de la duda. Yo creo que fui la
primera persona que habló de crisis humanitaria en Venezuela y eso fue hace
tres años y me dijeron que eso no iba a ocurrir. Creo que fui la primera
persona que dijo que esto era una organización criminal, lo dije en el
Parlamento frente a ellos (el chavismo). Entonces que se pongan de acuerdo. Lo
que no pretendo hacer es callar nuestras posturas que tienen que ver con
aspectos éticos.
Hace
una semana cuando planteé en el tuit, con mi posición sobre el referéndum este
año, la respuesta fue: imposible creer que hay reuniones entre el Gobierno y la
oposición. Después otra cosa se hizo evidente.
El
pasado 13 de septiembre, luego de rumores de si se estaban dando conversaciones
secretas o no entre el Ejecutivo y la oposición, el secretario ejecutivo de la
MUD, Jesús Torrealba, ratificó que fue conformada una comisión de Alto Nivel
que estará centrada de adelantar un diálogo con el Gobierno, en aras de cumplir
sus objetivos.
—¿Pero
no son necesarios los acuerdos y las negociaciones en momentos críticos?
Yo
sobre esto he sido firme y precisa. Toda transición implica acuerdos y por
supuesto que hay que realizarlos. Lo importante es para qué, entre quiénes y
bajo qué términos. En nuestro caso, los acuerdos tienen que ser para la salida
del régimen, tienen que ser con un mediador que sea confiable o neutral para
las partes, y en tercer lugar, tienen que ser con transparencia.
Había
un compromiso de que no iban a haber reuniones adicionales si no eran
debidamente informadas. Nadie está diciendo que pongas un micrófono en la
conversación, pero en las conversaciones a lo largo del mundo en los
conflictos, la gente sabe cuándo comienzan, quiénes participan y cuál es la
agenda. Claro que hay que buscar espacios de encuentro donde se establezcan
garantías al país. Yo pienso que en el momento en el que el país tiene tanta
angustia e incertidumbre, no es momento para buscar acuerdos soterrados.
—Desde
las parlamentarias se evidenció un distanciamiento entre usted y los otros
líderes de la Unidad. Se dice que la MUD perdió por su culpa un diputado.
¿Puede explicar qué pasó?
Yo
asumo mi culpa. Yo creo que fue un error no haberlo aclarado en el momento
porque no solo tú sino mucha gente ha sido confundida. Asumo esa
responsabilidad. Te voy a explicar:
Hubo
un diputado, uno, que se perdió porque se dividieron los votos opositores. Es
el diputado del circuito 4 del estado Táchira. Habían algunos circuitos donde
se hacían primarias y otros donde había repartición por acuerdos. A ese circuito
le correspondió primarias y participó un candidato independiente que se llama
Edgar Contreras, un médico veterinario que ha vivido toda su vida allí y a
quien la gente quiere muchísimo. De hecho en 2010 (el diputado oficialista
Ricardo) Sanguino le robó la elección por 83 votos, porque él la había ganado.
Entonces,
Contreras quedó proclamado por la Unidad en las primarias como candidato de la
alianza para las legislativas para ese circuito. Después provino la decisión de
la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, de plantear el 50-50 de las cuotas, de
las mujeres y los hombres.
El
CNE presentó nuevo en julio de 2015 un reglamento que incluyó la paridad de
género para las elecciones legislativas. Se buscaba el mismo porcentaje de
candidatos de acuerdo al género.
La
MUD decidió que los cambios que harían por la nueva norma no iban a tocar a los
candidatos electos por primarias sino a los designados por acuerdo. Resulta que
sobraba un candidato hombre y los partidos no quisieron sacarlo de los
candidatos que estaban por acuerdo.
Fueron
a ver en la lista de las primarias y encontraron a Contreras –independiente- y
pensaron ‘no tiene doliente, no hay quien lo vaya a defender’. Y un día se
enteró Edgar Contreras por los medios, que a pesar de tener un acta de postulación
firmada por la MUD, él ya no era el candidato y pusieron una candidata de San
Cristóbal, una mujer concejal, seguramente muy buena, pero que nunca en su vida
había estado en la Montaña Alta. Es más, no pudo votar en ese circuito.
Entonces,
un día se presentó en esta misma oficina el señor Edgar Contreras. Yo lo había
visto dos veces en mi vida. Me dijo: ‘mira María Corina, tú siempre insistes en
que Vente es un partido que defiende los valores y que está apegado a la
norma’. Y me presenta la historia y me pregunta: ‘¿me vas a apoyar o no me vas
a apoyar?’. ¿Tú que hubieras hecho Anna Carolina? ¿Quién dividió la Unidad?
¿Edgar Contreras? ¿La dividí yo? Para mí fue un tema de principios.
—¿Cómo
se financia Vente Venezuela?
Es
muy difícil y no tenemos ni remotamente los recursos que necesitamos. Somos
todos voluntarios. Apalancamos de donde no tenemos consiguiendo a gente que nos
pueda donar desde transportes, sedes, espacios y hasta materiales. Buscamos
contribuciones de quién quiera invertir en lo que creemos que es la
transformación del país.
—¿A
mí, como joven, me diría que me quede en el país?
Te
diría que te vengas conmigo a recorrer Venezuela.
—¿Es
difícil ser político siendo mujer?
Lo
es. Pero es irresistible. Necesitamos a muchas mujeres en la política.