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“Con
profundo dolor”, la Diócesis de San Cristóbal informó el lunes por la tarde el
fallecimiento de monseñor Vicente Rivera Mora, a los 83 años de edad, “luego de
un prolongado transcurso de su enfermedad ofrecido al Señor”, indica el
comunicado en el que señala que durante su vida sacerdotal sirvió fielmente a
Dios en la Iglesia del Táchira, en diversas comunidades.
Los
restos mortales de monseñor Rivera Mora están en capilla ardiente en la
Basílica Nuestra Señora de la Consolación en Táriba desde este martes, a las nueve de la mañana, cuando el
templo permaneció abierto, incluso durante la noche, para su velación.
La
misa exequial será celebrada hoy miércoles, 12 de octubre, a las ocho de la
mañana, y luego recibirá cristiana sepultura en el Cementerio Metropolitano de
San Cristóbal, indicaron fuentes de la Diócesis de San Cristóbal.
Monseñor
Rivera Mora nació el ocho de agosto de 1933, en Rubio, e ingresó al Seminario
Santo Tomás de Aquino, en Palmira, en 1945, donde estudió humanidades,
filosofía y teología y fue ordenado sacerdote el nueve de junio de 1957 en la
catedral de Sa Cristóbal.
Monseñor
Rivera Mora, quien recibió la mención honorífica del Vaticano como “Capellán
de honor del Papa”, también fue profesor
de latín y francés y durante varios años formó en esa materia a los estudiantes
de Humanidades del liceo Manuel Díaz Rodríguez, de San Antonio del Táchira,
donde primero fue vicario y luego párroco, entre otras jurisdicciones
eclesiásticas, de la Catedral de San Cristóbal y de l Basílica Nuestra Señora
de la Consolación de Táriba.
Entre
otras labores pastorales, destacan que fue vicario de las parroquias San Juan
Bautista, en La Ermita, y Nuestra Señora del Carmen, en La Concordia, municipio
San Cristóbal; de Santa Ana, municipio Córdoba; San Antonio de Padua,
Pregonero.
Asimismo,
fue párroco en las parroquias San Pablo Apóstol de Coloncito, además de San
Antonio del Táchira, la Basílica y la Catedral. También fue capellán del
Hospital Central de San Cristóbal y del Liceo Militar Jáuregui en La Grita.
Quienes
conocieron a monseñor Rivera, lo recuerdan como amante del hábito talar o
sotana.
Monseñor
Mario del Valle Moronta Rodríguez, obispo de la Diócesis, junto a su
presbiterio, expresó su condolencia a los familiares, amigos y conocidos del
sacerdote fallecido, que con gran carisma sacerdotal ofreció su vida a la
evangelización de esta Iglesia local. “Dios lo reciba en la plenitud del
banquete eterno”, manifestó el prelado. (MSV)