De
acuerdo con una investigación realizada por la gente del Observatorio Social
del Táchira, de la Universidad Católica (Ucat), no se prevé un cambio profundo
en la frontera colombo-venezolana, de cara al acuerdo de paz firmado por la
guerrilla de las Farc y el Gobierno colombiano, porque consideran que las
visiones de ambos países sobre esa franja que une a una y otra nación no han
cambiado y no se visualiza que vayan a cambiar.
El
profesor Miguel Ángel Morffe, especialista en Políticas Públicas de la Ucat,
habló sobre las conclusiones de la investigación sobre las perspectivas de
violencia en la frontera, explicando que en el estudio consideraron los
llamados factores de riesgo, que son la realidad social y económica de la
frontera, “en la cual encontramos que existe alta tasa de desempleo, alta tasa
de informalidad, alto porcentaje de deserción escolar, una pobreza entre media
y baja, una alta desigualdad, y si bien estos factores no pueden ser
directamente relacionados con los delitos que se cometen en la frontera, sí
aumentan las probabilidades de que ocurran hechos violentos”.
Aclaró
que cuando se habla de la frontera se trata del espacio entre los dos países, y
dijo que “los factores de riesgo crean condiciones de desventaja o
vulnerabilidad que conllevan que muchas de las personas que están dentro de
estos factores de riesgo puedan ser objeto de algún delito o cometerlo; por
ejemplo, el que está desempleado y pobre tiene mayor probabilidad de ser objeto
de algún grupo criminal que lo lleva a cometer algún delito”, y señaló, entre
otros, el contrabando, abigeato, robo, hurto.
El
otro factor que consideraron es que ambos gobiernos mantienen todavía los
enfoques de seguridad y defensa, y no consideran el de desarrollo como la
solución a todos los problemas estructurales que tiene la frontera.
Entonces,
bajo estas perspectivas no se visualiza a corto plazo un proceso o un modelo de
integración que permita desarrollar la frontera de forma binacional; podemos
considerar que los problemas de la frontera van a continuar: contrabando,
abigeato, sicariato, porque no se visualiza atacar las causas estructurales de
estos problemas, que son la desigualdad y el desempleo.
Agregó
por otra parte que mientras el plan de desarrollo de Venezuela no establece el
desarrollo en la frontera, en el último plan de desarrollo del departamento
Norte de Santander quieren reducir al máximo la dependencia económica de
Venezuela, de allí que “bajo esa concepción no se está considerando un
desarrollo binacional, sino un simple intercambio comercial”.
Es
una hipótesis sustentada en que no se visualiza nada de la frontera, lo que
está ocurriendo ahorita son acuerdos bilaterales, que todavía no han empezado a
funcionar y no los podemos evaluar. Por otra parte, el interés económico
persiste en esa franja, prevalecen los intereses económicos para esos grupos o
bandas criminales.
Expresó
que los problemas estructurales en la frontera están aumentando, “durante
quince años se han agravado, en lugar de
solucionarse, a raíz de la salida de Venezuela de la Comunidad Andina, y eso se
refleja en alta tasa de desempleo, informalidad, deserción escolar y
desigualdad; lo podemos ver revisando las cifras oficiales de los departamentos
que hacen vida en la frontera”.
Marina
Sandoval Villamizar