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elestimulo.com.
De bandera boliviana pero con estrechos
vínculos con Venezuela, la aerolínea que transportó al club de fútbol brasileño
Chapecoense, cuyo avión se estrelló en
territorio colombiano y causó la muerte de 76 personas, tiene un pasado muy
vinculado a las altas esferas del chavismo.
Nacida en 2009 con la intención de
impulsar el turismo en el estado Mérida, Lamia (Línea Aérea Mérida
Internacional de Aviación, Compañía Anónima) se constituyó en Venezuela y luego
se reubicó en Bolivia al presentar problemas de pago con las autoridades
locales, explicó a El Estímulo una fuente cercana a la empresa en la entidad.
El negocio de la compañía es ofrecer
vuelos chárteres a bajos costos y horarios flexibles. Sus principales clientes
son los clubes de fútbol suramericanos que utilizan este servicio para
trasladar a sus jugadores durante los torneos regionales. Incluso, la selección
argentina de Lionel Messi utilizó sus servicios para las actuales eliminatorias
premundialistas.
“Lamia Corporation tiene como
actividades principales prestar servicios aéreos comerciales, transportes
aéreos no regulares de pasajeros, correspondencia y carga tanto nacional como
internacional a entidades corporativas, privadas, gubernamentales y
aeronáuticas, mediante la utilización de aviones y helicópteros de los tipos y
configuraciones aprobadas por la autoridad aeronáutica de Bolivia“, reseña la
web de la aerolínea, que presenta problemas de conexión este martes.
Lamia comenzó a operar en 2010 en su
antigua base: el aeropuerto Alberto Carnevali de Mérida, donde en agosto de ese
mismo año el entonces gobernador de la entidad, Marcos Díaz Orellana, encabezó
un acto para recibir el primer avión de la aerolínea con otras autoridades de
la región y periodistas.
Al recibir el avión “El Merideño” ATR72-200,
matricula EC-KKQ, Díaz Orellana afirmó en ese entonces que la empresa nacía
gracias al convenio de cooperación China-Venezuela, con un capital de más de 5
millones de dólares y una flota de 12 aviones para conectar Mérida con varias
partes del país.
“Ya los aviones están ensamblados y en
este momento se encuentran en la fase de certificación; llegarán a Venezuela
para finales del mes de septiembre, y serán evaluadas según las normativas, a
través del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac)”, aseguró el
gobernador en una nota citada por el diario El Correo del Caroní.
Orellana, uno de los principales
promotores del proyecto, quería reactivar el aeropuerto de la entidad andina a
través de la compañía privada. Estimaba captar una inversión global de 170
millones de dólares para lograr los objetivos comerciales trazados. Pero nada
de esto se concretó.
El mandatario merideño no era único nexo
de la aerolínea con el poder. El entonces presidente de esa empresa, Ricardo
Albacete, sostuvo varios encuentros con otros dos gobernadores del chavismo:
Francisco Rangel Gómez (Bolívar) y Carlos Mata Figueroa (Nueva Esparta) para
ofrecer los servicios de su empresas en esas entidades.
Una nota de prensa reseñada por la
estatal Agencia Venezolana de Noticias, el 2 de noviembre de 2013, reseñaba el
primer vuelo de la empresa en el aeropuerto Manuel Carlos Piar de Puerto Ordaz
proveniente de Nueva Esparta. En el vuelo estaban Mata Figueroa y directivos de
la aerolínea, quienes fueron recibidos por Rangel Gómez y periodistas de
Bolívar.
“Esta es una demostración de que el
sector privado cree en el potencial turístico del país”, aseguró el gobernador
de Nueva Esparta al llegar ese día a Bolívar. Dijo en ese entonces que el
proyecto de Lamia contaba con el apoyo del presidente Nicolás Maduro y de los
exministros Hebert García Plaza (Espacios Aéreos y Acuáticos) y Andrés Izarra
(Turismo). Ambos funcionarios están fuera de Venezuela por diferentes motivos.
¿Quién es Ricardo Albacete?
Empresario de origen español, Albacete
se dedicaba al negocio de la construcción en Mérida antes de iniciar el
proyecto de Lamia, según el portal chavista Aporrea. En una entrevista que
concedió a una televisora local en junio de 2011, el inversionista hablaba de
ambiciosos planes para la aerolínea: tarifa plana a los clientes, la futura
conexión con varias islas del Caribe y Panamá y la devolución del 100% del
costo del boleto si un cliente no podía viajar.
Pero tres meses después Lamia abandonó
el aeropuerto de Mérida. El 16 de septiembre Albacete se presentó en el
aeródromo y explicó a periodistas las razones de la empresa para cesar sus actividades
y despedir a decenas de trabajadores. El empresario culpó al Instituto Nacional
de Aeronáutica Civil (Inac) por no otorgar los permisos legales para operar en
Venezuela, acusó al diputado opositor Williams Dávila por orquestar una campaña
contra su proyecto y reveló su decepción por los políticos, algo que se dedicó
a cultivar en los últimos años.
“Si lo que se trata es de dar un
servicio público a los merideños y visitantes, es algo beneficioso para la
región, cómo es posible que la Alcaldía Libertador (de Mérida) se niegue a
otorgarnos la patente, es que nunca podré entender a los organismos tanto de
aquí como el Inac en Caracas”, dijo.
El diario El Confidencial de España
vincula a Albacete con Sam Pa, quien fuera detenido en 2015 por las autoridades
de Beijing por encabezar una red de corrupción en España y China a partir de
negocios oscuros con la petrolera chino-angoleña, Sonangol. Bajo el
asesoramiento de Albacete, Sam compró un astillero en Galicia a un precio
millonario.
Sin hacer las rutas prometidas en
Venezuela, Lamia decidió prender las turbinas en otro país. En 2015 recibió
licencia para realizar operaciones aeronáuticas no regulares, doméstico e
internacional de pasajeros y carga en Bolivia bajo el nombre Lamia Corporation
SRL.
Mucho se ha especulado sobre los
verdaderos dueños de la compañía. La prensa boliviana asegura que está en manos
de dos “empresarios medios” del país: Marco Antonio Rocha y el piloto Miguel
Quiroga, quien falleció en la tragedia de Medellín. Sin embargo, se insiste en
los nexos comerciales de Lamia con Venezuela.
En Bolivia, su flota se resume en dos
aviones British-Aerospace BAe- Avro 146, de cuatro reactores, con capacidad
para hasta 90 pasajeros. Le fueron entregados en febrero y marzo de 2014 con
una antigüedad promedio de 16 años.