Columnista.
Gustavo Emilio Balanta Castilla.
Carta al señor Presidente de la
República de Colombia
Dr. Juan Manuel Santos Calderón
Palacio de Nariño.
Cartagena de Indias rebeldes y Negras
cimarronas.
El cajón reposa sobre el entapizado
verditierra natural y en su interior el cuerpo del Bantú de raigambre
senegalesa que observa la muchedumbre que danza en Lumbalú a su alrededor con
rostros preñados de indignación y repudio al acto criminal que le segó la vida.
Sus raíces africanas eran expelidas cual
aroma de canela, a pesar de las millares de horas desde que arribó a la fuerza
al puerto maldito de la degradación humana. En sus ojos delataba la fuerza de
la gesta asumida de sus ancestros por la libertad.
Sí, ahí está!!. Está pletórico. Está
sonriente. Con sus ideales y actos tocó a sus contémporaneos en cumplimiento
del juego a la libe y les dejó el grito: la llevas!!
Revisa el libreto de sus antepasados
cimarrones conjugado con el ejemplo y temple de sus camaradas de la Unión
Patriótica que en los años ochenta del siglo pasado fueron víctimas del
genocidio cobarde. Ello para concluir que valió la pena.
Nunca se acobardó. Siempre se alimentó
de la Kandanga emanada de la sabia de los mayores para ridiculizar la
arremetida de las élites de gula antropófabica, cual ilusas sueñan con
mantenerse en el poder para poder extender por sécula seculorum la guerra.
Desde allá, un ejército de Orishas manda
señales de resistente ofensiva para encerrar en cofres inexpugnables la
voracidad de quienes con mantos develados pasaron del eufemismo de fuerzas
oscuras al cinismo actúante a la luz del día, tapados en el vestier del
Congreso de la República, los partidos políticos del establecimiento, las
empresas mediáticas y sus dueños: los emporios económicos.
Esta nueva edición del Baile Rojo lleva
como atuendo la camisa negra del fascismo.
Y si me matan?
Me agarro de mis hermanos y hermanas de
lucha para que el Aikú dance.
Y si me matan?
El dedo acusador del pueblo sabe a quién
señalar.
Y si me matan?
Paramilitares de rostros descarados que
fungen unción divina para pasear en paisajes de impunidad, caerán!!!!!!!
Y si me matan?
El Estado seguirá soportando la
desverguenza de una seudo democracia
cimentada en la criminalidad y la exclusión,ñ responsabilidad a la cual Usted
Sr. Presidente, nunca podrá zafarse.
Y si me matan?
La semilla parirá palmas de hondas
raíces alimentadas por el Añá del tambor rebelde del África inteligente y
guerrera regada en el país.
Marzo 2017