Opinión.
Humberto Duarte Marín.
La mama de "Carlos" se aferra
a la pipa con la cual aspira y se deja llevar por la nota, su papa está preso
desde hace mucho por micro-tráfico de droga cerca del liceo del barrio,
Cal-litus como todos le dicen ya es experto en saltar cercas, subir techos y
ver que se lleva, se la pasa con un grupito en la cancha sin tableros ni
porterías fumando marihuana, su novia "Mauris" desde hace tiempo le
entrego su inocencia algunos dicen que está preñada, tiene 15 años, el muchacho
todavía 14 .
Según la constitución el menor es
responsabilidad del estado, y que es el estado? Según la wikipedia, abreviando
es: Poder (gobierno, instituciones), territorio, y Población (ud, yo, el,
ellos, nosotros), sorpresa tu familia es sana, pero también es responsable del
deterioro de la sociedad.
¿Quién pone el pie para que tropiece la
bestia? ¿Quién rompe la soga que nos asfixia? Lo primero que se nos viene a la
mente es la policía, escuela y profesor, las autoridades con sus leyes, y
siempre dejamos de último al barrio,
estamos inmersos en la enfermedad y no somos capaces de crear ese
anticuerpo mágico, el amor al prójimo.
La mayoría matara y en el intento
también los mataran, entre la droga y las hormonas de su cuerpo inmaduro
invencibles como insensibles, serán capaces del horror sin límites, la
internet, las redes sociales y la tv son buenos instructores.
Sálvalo, sálvate, salvémonos, Aníbal
pisando los cincuenta años cargaba todas las tardes con la muchachera del
callejón y del cerro, bates, guantes y pelota en mano a practicar béisbol a las
orillas del lago, el Colombiano Ripoll que ni papa sabia de pelota como si de
futbol junto a Felipe se llevaba los de la cañada de abajo y el maestro Ali los
de la escuela Simón Rodríguez que estaba en la avenida, al final todos vecinos
de la parroquia Santa Lucia, esa generación a lo mejor no fue tan sana pero si
fue salva, los viejos envejecieron, no hubo entrenadores de relevo, 17 fue el
último conteo de muchachos muertos, nacidos los años siguientes a estas
caimaneras solo en la cañada, eran los tiempos de la banda “los adolescentes”,
da un pan, da una pelota, da una palabra, una mirada, un abrazo, corta tu
propio mecate, no esperes llegar a cuando masques el agua.
Carlitos con sus panitas los agarro la
noche y así la madrugada, las tripas sonaban de hambre y la mente voladora
soltando chispa en su polo negativo la frente sudaba, el sístole y el diástole
del corazón a su máximo bombeo, dicen que eran doce otros que diez , solo dos
de ellos al acecho arrebataron el bolso de uno de los guardias nacionales que salían de una tasca
en sabana grande eran las 3:30 am los persiguieron eran rápidos pero solo niños
el bolso era recuperable, craso error a escasas cuadras la emboscada como
hienas en jauría, uno murió al instante con herida de cuchillo en el cuello, el
otro se desangro en el hospital, a las pocas horas fueron capturados varios
menores, los llamaban “los cachorros”.
La
maestra veía que Carlos ya no venía a clases, debia ir a casa del
muchacho a ver qué pasaba, pero no le alcanzaba para los pasajes y la escuela
nunca pudo conseguir la colaboración de un funcionario que la acompañara al
barrio, "Ernesto" el bodeguero salía con palos a espantarlo cuando se
le sentaba en la acera, la abuela dormía de día por que trabajaba de noche, los
tíos demasiado lejos en otro barrio solo venían uno que otro domingo, cayó
preso con el grupo, el estado se hizo cargo, podemos estar tranquilos va
directo a un albergue de menores.
Fernando Pereira presidente de Cecodap
dijo en una entrevista “Inicialmente infundían lástima y compasión, pero
últimamente generan miedo”. Las oficinas de esta fundación están en sabana
grande.
Venezuela está bajo conmoción, salió a
la luz un video porno de Erika, Yorgelis y el kent las redes se colapsan, los
noticieros a una sola voz, el morbo se destapa, lo prohibido nos atrapa, hambre
de silicón, la capital con pies de humo, en la radio manda Ozuna, ya nadie
recuerda a los guardias, los cachorros aun merodean en las tinieblas, el mecate
guindado en la mata, espera por las tijeras o por su próxima víctima, “Mauris”
dentro de seis meses pare.