Fueron
aprobados 23 informes nacionales sobre la libertad de prensa, así como 12
resoluciones sobre distintos temas que afectan a los países de la región.
Prensa.
SIP.
La Sociedad Interamericana de Prensa
(SIP) concluyó su Reunión de Medio Año en esta ciudad tras cuatro días de
seminarios, paneles y presentaciones especiales sobre el presente y el futuro
de la industria de la prensa y, en particular, la discusión en torno a las
dificultades que afectan el desempeño de la libertad de prensa en las Américas.
La organización hemisférica aprobó este
lunes 23 informes nacionales sobre la libertad de prensa, así como 12
resoluciones sobre distintos temas que afectan a los países de la región.
Estas son las Conclusiones:
Un patrón de conducta, que comienza con
el hostigamiento a la prensa y culmina con el asesinato de periodistas, queda
al descubierto al analizar los informes sobre la libertad de expresión en los
distintos países de América que se han presentado en esta reunión de medio año.
Los enemigos de la prensa libre comienzan a hostilizar a los periodistas y a
los dueños de medios, luego la creciente hostilidad se transforma en intimidaciones
y amenazas, para más adelante culminar en ataques violentos, hackeos y
prohibiciones para desarrollar sus actividades y así mantener informados a los
ciudadanos.
Lo más alarmante son los asesinatos de
periodistas, que continúan semestre tras semestre sin disminuir. Esta vez, 13
periodistas perdieron la vida desde la reunión en México, sólo por dedicarse a
informar a sus comunidades: 5 murieron en México; 3 cayeron en Perú; 2 en
Guatemala; 2 en República Dominicana y 1 en Honduras. Tan grave como ello es
que casi la totalidad de los casos, los autores de los crímenes gozan de total
impunidad y con el paso del tiempo, el delito prescribe. En este período,
cuatro asesinatos ocurridos en Colombia entre 1996 y 1997 han prescrito después
de 20 años en medio de la indiferencia e inacción de las autoridades. 76 casos
han prescritos en los últimos años.
Pese a la brutalidad de los crímenes, no
es esta la única forma de silenciar a la prensa. En algunos países como Cuba,
Ecuador y Venezuela se ha logrado amordazar a los medios informativos y
mantener desinformados a los ciudadanos sin que se hayan registrado asesinatos
de periodistas en estos meses. No obstante, se ha conseguido suspender la
publicación de diferentes medios a través de la asfixia económica o las
dificultades impuestas para que puedan obtener los insumos necesarios.
El hostigamiento a la prensa sigue
creciendo y en los más diversos países, como Estados Unidos y Cuba, Bolivia, El
Salvador, Ecuador y Venezuela, los gobernantes despliegan furiosos ataques
contra la prensa y los periodistas. En algunos casos se les acusa de
"conspiración política", en otros se habla de una "exagerada
libertad de expresión" y en otros tantos se les responsabiliza de crear
"noticias falsas". En este clima, pronto aparecen las intimidaciones,
las amenazas y su inevitable efecto, la autocensura. En Venezuela se han
registrado 123 hechos de intimidación contra periodistas. En Colombia hay 147
periodistas con protección debido a las amenazas y en otros países, como Guatemala,
aún se espera la puesta en marcha de un programa de protección pendiente
durante años. En México la autocensura y los frentes noticiosos abandonados,
pese a su evidente interés público, ya parecen haber sido aceptados como
inevitables por el público y por los medios. No sólo las autoridades, locales y
nacionales, son las que intentan intervenir los contenidos editoriales de los
diarios y medios, sino también los narcotraficantes. En Costa Rica y Guatemala
han sido los avisadores quienes han buscado premiar o castigar a los medios
según sus coberturas y puntos de vista. Pero el interés por intervenir en los
contenidos editoriales también se manifiesta en Ecuador y en Panamá.
Especial preocupación causa la
hostilidad que ha manifestado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
contra la prensa de su país. Resulta inquietante observar como en ese país, en
la cuna del periodismo libre, comienza a aparecer el hostigamiento, que suele
ser la antesala de las amenazas y la violencia.
En muchos países las amenazas llegan a
traducirse en violencia contra los medios y los periodistas. Se han registrado
agresiones en Bolivia, Brasil, Cuba, México y Venezuela. En este último país,
las agresiones han adquirido la forma de hackeos, mediante hackers contratados
por el gobierno para interferir los contenidos editoriales de los sitios de los
diarios y medios digitales y hasta se ha llegado a negar las visas de los
corresponsales internacionales, se ha cerrado a CNN en Español y nueve diarios
han dejado de publicarse ante la falta de papel que controla la empresa estatal
que monopoliza su venta. Aún se mantiene en la cárcel a Braulio Jattar por el
sólo hecho de haber difundido un video de una protesta contra el presidente
Maduro.
En Cuba, a las restricciones de siempre,
se ha añadido el control del internet y las intimidaciones a los familiares de
quienes trabajan en tareas informativas. A estos los han sometido a períodos de
encarcelamientos prolongados recurriendo a toda suerte de subterfugios, como la
supuesta venta de comestibles por cuenta propia o la evasión fiscal, con
amenazas de juicios y cárcel. El vicepresidente regional de nuestra Comisión de
Libertad de Prensa e Información para Cuba, Henry Constantin, fue detenido en
Camagüey por intentar viajar a cubrir una premiación del secretario general de
la OEA, siendo acusado primero de "propaganda enemiga" y luego de
ejercer el periodismo sin estar autorizado, lo que le impidió estar en esta
reunión.
Las tendencias digitales revelan cierto
grado de retroceso, puesto que además de ciberataques y hackeos como en
Argentina, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras y Venezuela, el pretendido
derecho al olvido busca establecerse en países como Chile, Colombia y Puerto
Rico, lo que afectaría seriamente la actividad periodística.
En cuanto al acceso a la información
pública se han registrado retrocesos en Canadá, Estados Unidos, Honduras,
Nicaragua, Puerto Rico y Venezuela. El progreso en las leyes de transparencia,
que aseguraba el acceso de la prensa para mantener informado al público, parece
estar detenido, lo cual puede afectar la información que reciben los
ciudadanos.
Junto a estas regresiones, se han
distinguido algunos hechos positivos, como la condena por parte de la Sala
Constitucional de Costa Rica del uso de la publicidad oficial para premiar y
castigar las líneas editoriales de los medios de comunicación. Dicha práctica
fue calificada de "perversa censura" y "una forma de acoso
ilegítimo".
En esta reunión fuimos testigos de la
firma de la Declaración de Chapultepec por parte del presidente de la República
de Guatemala, Jimmy Morales, quien reafirmó su compromiso con los principios
que rigen la libertad de expresión.
La SIP es una entidad sin fines de lucro
dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en
las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio
occidental; y tiene sede en Miami, Estados Unidos.