Prensa.
elestimulo.com
El conjunto residencial “La Arboleda”,
cercano a la emblemática plaza “Daniel Tinoco” de San Cristóbal, se ha
convertido en los últimos días en blanco de ataques por parte de los cuerpos
policiales del Táchira. Desde la madrugada del pasado 9 de abril hasta este
jueves 20, se han registrados cinco arremetidas policiales con ingresos
ilegales de funcionarios a propiedades privadas.
Hasta las 4 de la tarde del jueves, tres
ataques con lanzamiento de bombas lacrimógenas y perdigones que incluyen
también destrozos a la fachada del urbanismo y a los automóviles aparcados en
el estacionamiento, se registraron en este complejo habitacional, ubicado en la
intersección entre las avenida Carabobo y Ferrero Tamayo de San Cristóbal,
denunciaron vecinos.
“¡Esto ya es una guerra!” se quejó Pedro
(nombre ficticio para resguardar su identidad por temor a represalias), un
hombre de 63 años, habitante del conjunto residencial privado “La Arboleda”.
Contó, con el rostro compungido, la zozobra en la que allí se vive. Esta vez la
arremetida no fue solo en La Arboleda, que hasta pasada las 4 de la tarde aún
recibía la arremetida de la fuerza policial.
Otro conjunto privado “La Orquídea”,
contiguo a “La Arboleda”, también fue atacado por los equipos antimotines de la
policía regional. “Esos policías no tienen madre, disparan sin piedad, no miran
si somos viejos, jóvenes o niños. Nos dimos cuenta cómo los policías con
cizallas, abrieron el portón de la urbanización La Orquídea. Se metieron y
acabaron con la garita. ¿Por qué, si es propiedad privada, ellos tienen que
hacer eso? ¿Hasta cuándo esta situación?”, dijo Belkis de Bastidas, vecina del
sector, a El Estímulo.
Los hechos se iniciaron cerca del
mediodía de este jueves en medio de una concentración de la sociedad civil,
estudiantes y partidos políticos que atendiendo al llamado de la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) a nivel nacional se congregaron en la parte alta de la
ciudad, para luego caminar y concentrarse en la plaza Daniel Tinoco enarbolando
pancartas, banderas de Venezuela y consignas.
De pronto, sin motivo aparente, la
muchedumbre divisó a lo largo de la avenida Carabobo, un contingente de
seguridad mayor a 50 motorizados que se desplazaban en dirección a la plaza, y
al llegar a un punto cercano, sin aviso y sin motivo aparente, empezaron las
detonaciones de gas lacrimógeno. Corriendo de un lado a otro, hombres, mujeres
y niños empezaron a dispersarse, buscando refugio en cualquier lugar.
En medio de la arremetida, varios de los
manifestantes que se quedaron rezagados a mitad de las avenidas Carabobo y
Ferrero Tamayo, fueron despojados de sus pertenencias: celulares y carteras
fueron arrebatados por los funcionarios encargados de resguardo de la
población, la policía regional. Así lo denunciaron varias personas en el lugar
que pidieron resguardar sus identidades por miedo a represalias.
“Los policías disfrutaban lo que estaban
haciendo. Se reían mientras aceleraban las motos y golpeaban a los muchachos
indignados que les gritaban, en medio de la impotencia”, declaró Carlos, vecino
de la zona.
Al menos 10 heridos producto de los
perdigones disparados por la policía constató El Estímulo, dentro del conjunto
residencial La Arboleda. Todos ellos son jóvenes que se negaron a revelar sus
nombres, pero aseguraron estar cansados de la situación. “Estamos heridos pero
esto no nos va a hacer desistir de nuestro propósito, seguimos en la calle,
luchando por Venezuela”, dijo uno de ellos.
El Estímulo pudo conversar con un
funcionario policial al que se le preguntó la razón por la que lanzan
lacrimógenas a una concentración donde no había violencia, y por qué además
ingresan a la propiedad privada sin orden judicial. “Nosotros recibimos
órdenes. En este momento todas las órdenes las da la Zodi y la Redi”, dijo
sobre las máximas autoridades militares de la zona.
“El jefe de Politachira tiene que acatar
esas órdenes. Si nosotros agarramos a un colectivo (civil armado afecto al
chavismo), ¿dónde piensa usted que voy a estar mañana? Actuamos en el Plan
Zamora 200”, agregó en alusión al despliegue de militares y civiles ordenado
por el gobierno en todo el país para contener a la oposición.
Entrada la noche, en San Cristóbal hay
barricadas en algunas calles y avenidas, mientras que el poco comercio que
laboró este jueves decidió cerrar sus puertas a tempranas horas de la tarde. El
transporte público en “resguardo de sus unidades” no laboró en la ciudad ni en
algunos municipio aledaños.