Prensa. elimpulso.com
Ayer
miércoles, en la audiencia de 48 detenidos durante las protestas en la capital
larense, desarrollada en el comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)
ubicado en el urbanismo Alí Primera y adscrito al destacamento 121, hasta las 9
de la noche solo se le había otorgado libertad a dos de ellos, el periodista
Jonathan Guédez, quien fue arrestado el 10 de abril en la urbanización El
Parque, cuando cubría los acontecimientos para un portal digital y a Génesis
Díaz, una joven embarazada arrestada la misma fecha.
Pese
a que el Ministerio Público a través de la fiscal July Troconis otorgó libertad
plena a Guédez, el Tribunal de Control número seis a cargo del juez Luis
Martínez determinó medida cautelar de presentación cada ocho días, subrayó el
abogado defensor, Luis Ramos.
A
Guédez como al resto de los recluidos en el comando militar se le imputó los
delitos de resistencia a la autoridad, detención de objeto incendiario e
instigación para alterar el orden público. Recuperó la libertad sin necesidad
de los cuatro fiadores exigidos como condición para el resto de los acusados.
Estos fiadores deben, entre otros requisitos, ganar como mínimo lo equivalente
a seis salarios mínimos y conseguir la constancia avalada por el Ministerio
Público donde refleje que no poseen antecedentes penales, detalló el abogado
Gustavo Peñalver, integrante de la ONG Justicia Venezolana.
En
el caso del comunicador social se respetó el ejercicio del periodismo y la
libertad de expresión, abundó el doctor Ramos: “Los fundamentos de la defensa
fueron que estamos en un régimen democrático y que el ejercicio del periodismo,
la libertad de expresión debe respetarse porque es un derecho constitucional y
legal en la Ley de Ejercicio del Periodismo”.
16
días de encierro
Sobre
los pormenores de la detención, Guédez narró: “Estaba frente al edificio de EL
IMPULSO tomando una foto de la gente que estaba corriendo. En ese momento
venían los motorizados, pero como yo estoy simplemente tomando una foto no
corrí en el momento. Cuando escucho los disparos obviamente empiezo a correr y
en ese momento me detuvieron”.
Ayer
acumulaba 16 días detenido. En principio estuvo junto con unas 60 personas en
una habitación sin ventilación, durmiendo en colchoneta y obligado a ver la
mayor parte del día el canal del Estado. Conforme avanzó el tiempo, se alivianó
el trato. Podían ir al baño y recibían con normalidad la comida, según sus
palabras al salir del recinto militar.
“Nos
trataron bien. Hablamos de violencia en la parte sicológica nada más. No nos
agredieron físicamente. El día de la aprehensión sí, que fue el 10 de abril. No
solamente a mí sino al resto de los detenidos”, declaró el joven periodista.