Prensa. Vía: ramos.oglis19@gmail.com
No
guardamos ni guardaremos silencio frente al sufrimiento material, al que es
sometida la sociedad venezolana.
La
grave situación por la que atraviesa el país es una expresión de la crisis
civilizatoria del capital financiero internacional que en su afán de
crecimiento económico ilimitado amenaza la vida en el planeta.
Esta
crisis que vivimos en Venezuela tiene como principal causa el agotamiento del
modelo rentista minero (petróleo, oro, cobre, etc.) que marcó la dinámica
nacional durante un siglo. Dicho agotamiento se vio acelerado entre otras cosas
por dos grandes razones: por un lado la caída de los precios del petróleo por
la saturación del mercado petrolero internacional y por el otro la apropiación
inescrupulosa de la renta por parte la clase dirigente del país, entiéndase
MUD-PSUV, lo cual a su vez derivo en altísimos niveles de corrupción en todos
los espacios de la sociedad venezolana.
Hay
que destacar que esta crisis también es producto de la decadencia,
inconsecuencia y complicidad de los falsos progresismos latinoamericanos del
siglo XXI que han hecho concesiones a los capitales nacionales y al capital trasnacional
bajo el abrigo de un saturado, confuso y oscurecedor discurso antiimperialista
y anticapitalista que ha venido liquidando las esperanzas de liberación de los
pueblos del continente.
Una
de las causas por las que hoy los trabajadores, trabajadoras y sociedad en
general nos encontramos en este callejón es la clausura de los espacios de
participación ciudadana y la dictadura que la derecha unificada,
(MUD-PSUV-MILITARES-IGLESIA CATOLICA) le ha impuesto a las luchas populares,
criminalizando todas las posiciones disidentes que cuestionan su actual pacto
bipartidista cuya engañosa disputa es por la administración de la renta
petrolera y no por la mejora de las degradantes condiciones de vida de la
mayoría que vive única y exclusivamente de su trabajo.
Queremos
rechazar categóricamente las acciones demagógicas de quienes hoy se pelean por
ocupar o mantener la silla presidencial pues no son portadores de las
necesidades más sentidas de quienes honradamente vivimos de nuestro trabajo:
escasos y costosos alimentos y medicinas, salarios de hambre e inseguridad.
Además
estamos convencidos y convencidas de la urgente necesidad de consolidar una
nueva referencia política, es decir, un
movimiento social amplio que exprese las verdaderas aspiraciones y necesidades
sentidas del hombre y la mujer venezolana.
¡NI
ASAMBLEA NI MIRAFLORES!
¡NI
OEA NI HAMBRE!
Organizaciones
firmantes:
Movimiento
Voces
Voces
Antiimperialistas
Frente
Nacional Comunal Simón Bolívar
Colectivo
Trabajadores en Revolución
Movimiento
Nacional Campesino Pedro Pérez Delgado
Colectivo
Pueblo Rebelde
Frente
Nacional de Trabajadores Universitarios
Corriente
agraria Nicomedes Abreu
Marea
Socialista
Colectivo
Catabre
Partido
Revolucionario del Trabajo PRT