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voanoticias.com
Cientos
de agentes locales y federales realizaron el miércoles un operativo en diversos
sectores de Los Ángeles, ejerciendo órdenes de allanamiento y arresto como
parte de una investigación de tres años en contra de la violenta pandilla Mara
Salvatrucha, MS-13.
Los
fiscales federales revelaron las actas con las que acusan a decenas de miembros
y líderes de la brutal pandilla de diversos delitos, entre ellos, asesinato.
La
fiscal federal interina Sandra Brown dijo que la acusación de crimen organizado
de 127 páginas se enfoca en 44 miembros y allegados de la pandilla, incluyendo
un ex líder de la facción de la MS-13 en Los Ángeles. Añadió que tres personas
acusadas de homicidio podrían enfrentar la pena de muerte.
Se
arrestaron a 21 personas nombradas en la acusación durante el operativo
realizado por la madrugada en diversos sectores de Los Ángeles, y Brown dijo
que se ejercieron órdenes en más de 50 locaciones. Autoridades carcelarias de
toda la región también realizaron inspección de celdas, dado que algunos de los
acusados ya habían sido detenidos por cargos no relacionados.
Alrededor
de una docena de los arrestados eran cabecillas de la pandilla. Al mediodía del
miércoles al menos tres personas seguían prófugas. “Es una de las pandillas más
grandes y arraigadas en Los Ángeles”, destacó Brown. “Las acciones de hoy
propinarán un golpe crítico a los altos mandos”.
Brown
dijo que la MS-13 es responsable del asesinato de pandilleros rivales, de
tráfico de drogas y personas, prostitución y venta ilegal de alcohol, entre
otros delitos. Describió el caso de crimen organizado como uno de los más
grandes en contra de la MS-13, una pandilla que se originó en Los Ángeles, pero
se ha extendido a casi todos los estados y a El Salvador. A la pandilla se le
responsabiliza de la horrible violencia que ha provocado una oleada de
inmigrantes salvadoreños que huyen hacia Estados Unidos.
Debido
a la tendencia violenta del grupo, las agencias locales y federales utilizaron
equipos tácticos SWAT para ejercer algunas de las órdenes, incluyendo una en un
negocio a lo largo de una franja de edificios abandonados cerca del centro, que
el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus
siglas en inglés) asegura que se utilizaba como una “casita”, una especie de
centro de reunión para un grupo de miembros de la pandilla.
Justo
antes de las cuatro a.m., agentes de la ATF fuertemente armados irrumpieron en
el lugar y encontraron a por lo menos siete personas encerradas en una
habitación. La subdirectora a cargo del FBI, Deirdre Fike, dijo que los
investigadores intentan determinar si se trataba de víctimas de tráfico de
personas. Conforme los agentes se abrían
paso por el edificio, describieron un laberinto de muros y cuartos secretos, lo
que provocó que despejar el inmueble les llevara más tiempo de lo esperado.
Los
operativos y la acusación son parte de un proceso entablado por múltiples
agencias y que abrió el FBI en 2014. Más de la mitad de los arrestados y
acusados en el caso están ilegalmente en el país, destacó Fike. Se desconoce
cuánto tiempo llevan en Estados Unidos o de qué países provienen.