Prensa. Via:
William Fernández Costa Rica.
Intervención
de Costa Rica en el marco de la Reunión Extraordinaria de Ministros de
Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños
(CELAC). San Salvador, El Salvador, 2 de mayo de 2017.
Señor
Presidente,
Sean
mis primeras palabras para disculpar la ausencia del señor Ministro de
Relaciones Exteriores y Culto, Don Manuel A. González Sanz, quien hoy acompaña
al señor Presidente de la República, Don Luis Guillermo Solís Rivera, en la
presentación de su informe anual ante la Asamblea Legislativa.
Costa
Rica atiende la convocatoria de la Presidencia Pro-témpore sobre un tema que,
para nuestro país, ya está siendo considerado y debe seguir tratándose, en la
Organización de Estados Americanos, el más importante organismo hemisférico. No
obstante, en esta oportunidad reiteramos nuestra posición, en cuanto a la
situación que vive la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Ha
sido legítima y bien intencionada la preocupación de Costa Rica y de la
comunidad internacional por la frágil y crítica situación en ese país y, en
particular, por los crecientes niveles de tensión social existentes.
Observamos
con suma preocupación la violencia y el uso desproporcionado de la fuerza
desplegada contra las manifestaciones y protestas sociales de las últimas
semanas, que han ocasionado más de cuatrocientos heridos, múltiples denuncias
sobre torturas, cientos de detenciones arbitrarias y casi una treintena de
personas fallecidas, con cuyas familias mi país se solidariza.
Como
hiciera patente el pasado viernes 28 de abril, Costa Rica deplora la decisión
de la República Bolivariana de Venezuela de denunciar la Carta de la
Organización de los Estados Americanos e iniciar así su proceso de retiro del
Sistema Interamericano, en momentos en que ese país experimenta una profunda
crisis política, social y económica. La
diplomacia y el multilateralismo deben más bien fortalecerse y ser los
instrumentos esenciales para afrontar tanto los desafíos como las obligaciones
internacionales de los Estados.
La
decisión de la República Bolivariana de Venezuela, que de ninguna manera la
exime de cumplir con sus obligaciones en Derechos Humanos, afectará también de
manera directa a la población venezolana, vulnerando aún más la posibilidad de
encontrar una solución pacífica a una crisis ya muy prolongada en el tiempo.
Señor
Presidente,
Costa
Rica ha abogado por la concreción de un “acuerdo nacional”, que le devuelva a
Venezuela su tranquilidad y paz social. Ese acuerdo nacional es urgente y debe
definir una hoja de ruta verificable, con medidas concretas y plazos que se
respeten, porque de ello dependerá tanto su legitimidad como credibilidad.
Esa
hoja de ruta debe empezar por atender las profundas crisis que enfrenta
Venezuela, como el establecimiento de un canal humanitario, y definir fechas
para el cumplimiento del cronograma electoral, con observación internacional
reconocida.
Esa
hoja de ruta debe priorizar también la liberación de los presos políticos y el
levantamiento de la inhabilitación para ejercer cargos públicos de los
opositores al gobierno.
Recordamos
a las autoridades de la República Bolivariana de Venezuela cumplir con sus
obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, incluyendo el
deber de garantizar la vida e integridad personal de los y las manifestantes,
así como de excluir el uso de armas de fuego de los dispositivos utilizados
para el control de las protestas sociales. Las armas son disparadores de
violencia.
Es
indispensable garantizar la seguridad de los periodistas y comunicadores que
realizan su labor informativa en el marco de una manifestación pública, no ser
detenidos, amenazados, agredidos, o limitados en cualquier forma en sus
derechos, por estar ejerciendo su profesión.
Tal
y como reza la resolución CP/RES. 1078 (2108/17) del Consejo Permanente de la
Organización de los Estados Americanos, adoptada el 3 de abril pasado, es
esencial que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela asegure la
plena restauración del orden democrático en ese país.
Garantizar
la supremacía de la Ley, la plena vigencia del Estado de Derecho, la efectiva
separación e independencia de los poderes y el pleno disfrute de los derechos y
libertades fundamentales de todos los venezolanos, forman parte del acervo de
los principios y valores fundamentales que la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha defendido y que Costa Rica insta a no
olvidar ni condicionar.
Muchas
gracias.