Opinión. Augusto
Guevara
Somos
españoles, somos indios y, aunque en
menor grado, también un poco africanos, por lo que no entiendo el desdén de
algunos hacia las creencias religiosas no provenientes de la
Conquista. Esas cosas me hacen recordar una carta que León Tolstoi, el exquisito escritor ruso, le enviara a una
fanática paisana suya que tenía montada en San Pettersburgo su Santa
inquisición particular. Esto le decía el muy cristiano intelectual: “todos los
caminos son buenos para llegar a Dios y el fanatismo sectario es su negación”.
Les digo de una vez, para que nadie me vaya a mal entender, que soy raigalmente
cristiano y mariano lo cual me viene de mis ancestros, pero también de mis
experiencias personales materializadas en
verdaderos milagros de mi Dios y de mi Virgen María. Esa es mi verdad.
La
caída de esta satrapía
Pero
hay otra verdad que, por no profesarla,
tampoco tenemos derecho de estigmatizar, sencillamente porque son las creencias de nuestros antepasados indígenas,
quienes con su fe vivían felices en esta tierra generosa. Ellos tenían -y
tienen- su particular forma para curar
enfermedades, con raíces y bebedizos, pero también con sus creencias,
con sus ritos y con sus bailes alegóricos.
Practicándolos han alcanzado por siglos su salud corporal y
su felicidad espiritual. Con esos mismos ritos y bailes alegóricos han llamado
al sol o al agua cuando les son necesarios para sus cultivos y les ha
funcionado. Pero también los han utilizado para deponer caciques cuando les han
descubierto latrocinios y crímenes contra los ciudadanos. Así son las creencias
indígenas y -en paralelo- conocemos
también las que nos vinieron del África, las cuales, aunque menos endógenas,
también están presagiando la caída de esta satrapía.
De
Chamanes y otras deidades
Formulo
estas reflexiones porque recientemente el gobernador de Amazonas, señor Liborio
Guarulla ha invocado a Chamanes y otras deidades para
hacer frente a la injusta inhabilitación
que el Contralor General de la República, el compadre de doña Cilia, les está
aplicando a él y al Gobernador de Miranda, señor Henrique Capriles Radonski; a
ambos les hemos ofrecido nuestras oraciones cristianas, unidas a la decisión
que tan pronto como rescatemos nuestra democracia, lucharemos todos para que a
ambos se les devuelvan sus derechos.
Oyendo
a los partisanos sin armas
Ambos
son jóvenes y un mundo de oportunidades
les espera para que se realicen como hombres y como políticos. Esto último lo
digo sin pretender comprometer a nadie, porque a nadie represento. Es lo que
oigo en la calle a esa especie de partisanos sin armas que todos los días
pateamos calle en busca de nuestra Libertad, nuestra Paz y nuestra Democracia.
Sepan además los enchufados que las invocaciones de la gente de Amazonas, son
presagiosas de que su fin está cerca. Agreguemos ahora unos indicativos que, no
por materiales, son menos presagiosas. Veamos
La
señora Fiscal General
A
propósito de una invitación que le formulara el rey de la cachucha para que
apoyara la Prostituyente, la doctora Luisa Ortega Díaz produjo una carta en la
cual, entre otras cosas, asentó esto: “la Constitución de 1999 es inmejorable y
cualquier intento para cambiarla es innecesario e impertinente”.
La
Santa Sede
Ante
la más que evidente súper crisis que agobia a Venezuela y a los venezolanos y
en un casi imperceptible cambio en la política vaticana hacia nuestro país, el
Canciller de Su Santidad, Cardenal Pietro Parolín, escribe lo siguiente: “la
solución para Venezuela radica en una convocatoria urgente a elecciones
generales”.
La
Conferencia Episcopal Venezolana
En
respuesta al muy activo rey de la cachucha, cuando visitó su sede en busca de
apoyo para lo mismo, el Presidente de esa Conferencia, Monseñor Diego Padrón
dijo lo siguiente “contamos con una
Constitución que es de las mejores del mundo, por lo que su reforma es
innecesaria”.
Los
Estados Unidos de América
Por
todos es sabido que ese país del Norte sancionó recientemente a ocho Jueces de
la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, por violadores de
nuestra Constitución, al aprobar las
sentencias 155 y 156 que les quitan sus atribuciones a la Asamblea Nacional lo
que, en la práctica constituye un golpe
de Estado por ser derogatorias de disposiciones expresas de la Carta Magna.
Inmediatamente después que se dieron a
conocer las sanciones, el presidente de ese país, señor Donald Trump dijo
“vendrán más medidas sancionatorias si, en tiempo breve, no se producen en
Venezuela cambios importantes a favor de
la constitución”. ¿Cómo les parece señores militares venezolanos? Es un
presidente extranjero quien asume la defensa de nuestra Carta Fundamental, la
misma que ustedes juraron defender hasta
con sus vidas.
Patada
histórica post mortem
Oído al tambor, señores militares venezolanos
si, en la disyuntiva, ustedes prefieren
alienarse con Maduro y su ronquera moral
e intelectual y dar la espalda a la Constitución que, insisto, juraron defender
como algo existencial. Para finalizar, señores militares venezolanos, les digo
que lo que Maduro está pretendiendo con su Prostituyente es volver a enterrar
al comandante Chávez, matándole lo que le fue más caro, su Constitución de
1999. Esa es la patada histórica post mortem.
Demócratas
defienden con sus vidas “el legado”
Entiendan
esto, desde el punto de vista sicológico es más
placentero para Maduro y también para su mujer ser él mismo y no el
alter ego de Chávez. Consulten señores militares con el General Jacinto Pérez
Arcay, quien de historia sabe lo que ignoran algunos Ministros, qué es eso de
la patada histórica post mortem. Que recuerde
como Francisco de Paula Santander al regresar del exilio zapateaba sobre la
lápida que cubría los restos del Libertador en Santa Marta, antes de que el General Páez los trasladara a Venezuela. Y, en cuanto
al drama hammletiano de Maduro, de “¿seré yo mismo o seré el alter ego de
Chávez?”, consulten con un sicólogo. Mientras les recuerdo esto “la forma
más eficaz para matar a un hombre, es matarle sus obras” y la obra
más importante para el Comandante fue la Constitución de 1999 que hoy todos los
demócratas estamos defendiendo en la calles de Venezuela a riesgo de nuestras
vidas, como es evidente.
augustoguevaraa@gmail.com
@aguevaraanzola