Prensa.
EFE.
En un comunicado, el organismo
internacional expresó su preocupación de que esta actuación esté “sembrando el
caos a lo largo y ancho del país”, tras 63 días de protestas y al menos 63
personas muertas
Amnistía Internacional (AI) alertó hoy
sobre la posibilidad de que una “militarización” de la crisis venezolana con la
“excesiva” actuación de los cuerpos de seguridad en el control de las
manifestaciones opositoras desarrolladas en los últimos dos meses esté
exacerbando la violencia del país.
“El despliegue de fuerzas militares para
reprimir protestas, el aumento en el uso excesivo de la fuerza contra
manifestantes y otros, y el uso de tribunales militares para tratar de
silenciar voces disidentes”, es muestra, indicó, de un “terrorífico” enfoque de
las autoridades venezolanas para lidiar con la crisis.
“Al desplegar fuerzas y cortes militares
para confrontar una situación política y social cada vez más tensa, la
Administración de Maduro sólo está intensificando la crisis, como quien intenta
apagar un incendio con gasolina”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las
Américas de AI, a través del escrito.
Valoró como una “reminiscencia de los
peores tiempos para los derechos humanos en las Américas” el nivel de
violaciones de derechos humanos y “las acciones despiadadas” que, asegura,
cometen las autoridades venezolanas.
Tildar a los manifestantes como
“terroristas” y acusar a civiles de crímenes que “solo son aplicables a los
soldados”, hace que, a su juicio, el Gobierno de Maduro esté convirtiendo la
crisis política en un conflicto violento.
Se refirió también al supuesto uso de
“fuerza excesiva” de los cuerpos de seguridad para dispersar manifestaciones
pacíficas de los opositores contra el Gobierno, así como contra personas que
viven en áreas residenciales, y que no toman parte en las protestas.
Recordó el caso de la comunidad de La
Isabelica, en el estado Carabobo, de donde asegura haber recibido reportes de
“disparos al azar a transeúntes, gas lacrimógeno disparado directamente hacia
casas y un miedo generalizado”.
Además, las situaciones de los estados
Lara, Barinas y Táchira, los tres en el oeste del país, donde centenares de
soldados fueron desplegados para controlar el orden público después de una ola
de manifestaciones violentas y saqueos.
La actuación militar para contener
manifestaciones “son formas infalibles e ilegales de escalar aún más esta
crisis”, prosigue la directora, quien recomienda que, por el contrario, retiren
“urgentemente al personal militar de las manifestaciones”.
Se refiere a reportes “particularmente
preocupantes” de grupos civiles armados, y la aplicación del “Plan Zamora”, un
programa gubernamental que moviliza a militares para confrontar la crisis, y
del que no se conocen detalles.
Estima que más de 300 personas han sido
llevadas a tribunales militares, acusadas de delitos como “rebelión”,
“terrorismo” y “traición”, y “tratadas efectivamente como soldados en un
conflicto armado”, algo que ha sido cuestionado también por la Fiscalía
venezolana y la Defensoría del Pueblo.
Venezuela está inmersa desde el 1 de abril
en una ola de protestas convocadas tanto por el Gobierno como por la oposición,
que han derivado en hechos violentos que dejan 63 muertos y un millar de
heridos, según la Fiscalía, mientras el defensor del pueblo venezolano, Tarek
William Saab, cifra los fallecidos en 65.