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voanoticias.com
Corea del Norte probó un nuevo tipo de
misil crucero que podría alcanzar a buques de guerra de Estados Unidos y Corea
del Sur “a voluntad” si el país es atacado, afirmaron el viernes medios
estatales norcoreanos.
El jueves, Seúl detectó el lanzamiento
de cuatro misiles desde una localidad de la costa oriental. Según Pyongyang,
los misiles del jueves son el cuarto modelo introducido y probado con éxito
este año. Esto envía el desafiante mensaje de que seguirá adelante con un programa
armamentístico que molesta a sus vecinos y a Washington.
“Este nuevo tipo de misil de crucero es
una potente arma de ataque capaz de hundir cualquier grupo de acorazados
enemigos” que intente atacar a Corea del Norte y puede usarse “a voluntad”, reportó
la agencia de noticias oficial norcoreana. Kim Jong Un observó la operación,
agregó la agencia, señalando que los proyectiles "detectaron y
alcanzaron" objetivos flotando en el mar tras realizar "vuelos
circulares".
Las afirmaciones realizadas por las
autoridades norcoreanas no pueden confirmarse de forma independiente. Corea del
Norte no detalló cuántos misiles tierra-mar se lanzaron, pero el director de
seguridad nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, explicó el viernes que
Pyongyang disparó cuatro proyectiles de rango corto.
El ejército surcoreano dijo que los
misiles se lanzaron desde la localidad de Wonsan y recorrieron unos 200
kilómetros (125 millas) antes de caer en aguas entre la península coreana y
Japón. El ensayo tuvo como objetivo la zona donde días atrás los portaaviones
estadounidenses USS Carl Vinson y USS Ronald Reagan participaron en maniobras
conjuntas con la marina surcoreana.
La prueba supone un difícil reto para el
nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, un progresista elegido el mes
pasado que expresó su deseo de contactar con Pyongyang. Norcorea, que podría
tener operativo un misil balístico intercontinental con cabeza nuclear en los
próximos años, podría ser también el asunto de política exterior más apremiante
para el gobierno de Donald Trump que, inmerso en turbulencias políticas
internas, ha insistido a China para que haga más por controlar la actividad
armamentística norcoreana.