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efectococuyo.com
Este lunes, 5 de junio, el padre Rafael
Garrido, Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, a través de un
comunicado, expresó su apoyo al llamado del papa Francisco y el Vaticano a
respetar los derechos humanos y a buscar
soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria que vive el país.
“En esta hora los venezolanos no claman por el cambio de la Constitución, sino
por su cumplimiento”, afirma el padre Garrido en el documento.
En el comunicado, en sintonía con los
obispos de Venezuela, los religiosos manifiestan la necesidad de “cambiar esta
realidad de muerte causada por el empeño en imponer un proyecto totalitario que
ha fracasado en todas partes. Junto con la inmensa mayoría de los venezolanos,
nosotros estamos horrorizados con la realidad de miseria, persecución, exilio y
muerte que estamos viviendo”.
“No saldremos de la ruptura democrática
mientras no sean respetadas la Constitución y los derechos humanos, se mantenga
anulada a la Asamblea Nacional electa, sigan y se incrementen el número de
presos, exiliados y perseguidos políticos, y no se realicen elecciones libres
para que el pueblo soberano elija sus representantes en todos los niveles e
instancias, como lo exige la Constitución”, señalaron, subrayando así lo que ha
sido el planteamiento de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
Para los jesuitas, este es un momento
para “acompañar a la gente y para sacar lo mejor de lo que hemos recibido de
Jesús de Nazaret y su Iglesia: poner a los pobres de Venezuela en el centro de
nuestras vidas y trabajo y aportar el espíritu del Evangelio para discernir los
caminos de vida con el fin de lograr la necesaria reconciliación de todos los
venezolanos”.
Los religiosos consideran que “prolongar
la actual dramática situación con jóvenes sin esperanza, exiliados y
perseguidos, resulta criminal. El tiempo urge y debemos buscar sin demora la
transición a una Venezuela reconciliada e inclusiva. Cada día que se demora
aumenta la muerte y la miseria, el éxodo y la desesperanza. Con gran dolor,
lamentamos el asesinato de jóvenes durante los últimos meses”.
Con una pobre educación para los pobres,
Venezuela no tiene futuro
En el comunicado, los jesuitas
reflexionan sobre la situación de precariedad que vive la educación venezolana,
presentan un breve diagnóstico y expresan la necesidad mejorar este ámbito para
lograr los cambios que se requieren en el país.
“Queremos levantar un grito de alarma y
de esperanza: se está ahogando la buena educación y con ello el futuro de los
niños y jóvenes, tanto en la formación de personas en sus competencias
profesionales, como en su formación en valores cimentados en el amor y la
solidaridad. Faltan educadoras y educadores, se está matando su tan necesaria
vocación y se ahogan las instituciones educativas”, acotan.
Para esta comunidad religiosa, con alta
experiencia en el ámbito educativo, “nada es más urgente e imprescindible que
la renovación de toda la educación con una amplia invitación a que la sociedad
entera sienta y desarrolle su responsabilidad educativa, junto con su estado democrático. Necesitamos
que florezcan múltiples iniciativas apoyadas por el presupuesto público y por
las empresas productivas con colaboración activa de las familias en su
mantenimiento y desarrollo integral. Con una pobre educación para los pobres
Venezuela no tiene futuro“.