Prensa.
AFP.
En la primera vuelta de las elecciones
en el país galo, el Partido Socialista no alcanza los 40 escaños en la Asamblea
Nacional, según los primeros resultados, un resultado que marcaría “el fin de
un ciclo”. El partido del presidente saliente François Hollande, que controlaba
hasta ahora la Asamblea Nacional con cerca de 300 diputados, obtiene entre 15 y
40 escaños de los 577 totales, según las primeras proyecciones.
Si la tendencia se confirma en la
segunda vuelta del próximo domingo, el colapso del PS sería aún peor que el que
sufrió en 1993, cuando pasó de 278 a 56 bancas en la Asamblea. “Estos
resultados deben ser analizados con lucidez y habrá que sacar conclusiones tras
la segunda vuelta, para reconstruir la izquierda y gobernar sobre bases sanas”,
declaró el ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve.
Estos resultados no son una gran
sorpresa, después de la derrota que sufrió Benoît Hamon en las presidenciales,
en las que obtuvo apenas un 6% de los sufragios. El partido paga la
desaprobación del mandato de Hollande, que dejó el Elíseo el mes pasado como
uno de los jefes de Estado más impopulares de la historia de Francia.
La primera vuelta de las legislativas
estuvo “marcada por el retroceso sin precedentes de la izquierda en su conjunto
y en particular del Partido Socialista”, admitió el primer secretario del PS,
Jean-Christophe Cambadélis. Cambadélis, quien aspiraba a la reelección, habría
sido eliminado en la primera vuelta, según fuentes del movimiento. La misma
suerte corrió Benoît Hamon.
Julien Dray, un alto dirigente
socialista, estimó que el Partido Socialista atravesaba “una profunda crisis
política” y estimó que habrá que reconstruir la “identidad socialista”. Según
las primeras estimaciones del domingo, el partido del presidente centrista
Emmanuel Macron, La República en Marcha (LREM) y sus aliados, se encaminan a
obtener una holgada mayoría en la Asamblea Nacional, derrotando a los partidos
tradicionales que se alternan en el poder desde hace 60 años.
Macron fue asesor económico de François
Hollande, antes de convertirse en su ministro de Economía en 2014. Renunció en
2016 para lanzar su nuevo movimiento y su candidatura a las elecciones
presidenciales sin pasar por las primarias.
Reconstruir la izquierda francesa
“La marca Partido Socialista está
totalmente devaluada (…) hay que abandonarla, pero conservando sus valores”,
declaró Jean-Marie Le Guen, exsecretario socialista, antes de los comicios,
presagiando esta nueva debacle.
Pese a su derrota, Benoît Hamon se
propone reconstruir la izquierda francesa con el lanzamiento el próximo 1 de
julio de un movimiento “transpartidario”, que incluirá a socialistas,
ecologistas y comunistas.
“Invitaré a hombres y mujeres que
pertenezcan o no a partidos políticos. Les invitaré a proseguir este trabajo
indispensable para reconstruir la izquierda”, declaró Hamon. Este movimiento se
“alimentará del trabajo de intelectuales, de la innovación ciudadana y
democrática que emprendimos en la campaña presidencial”, señaló el mes pasado
en una entrevista con la radio France Inter.
“Hoy podemos pertenecer al Partido
Comunista, a los ecologistas, identificarnos con diferentes candidaturas y
tener ganas de trabajar juntos”, agregó. Según fuentes del equipo de Hamon,
cerca de 15.000 personas se inscribieron ya para participar en el evento del
próximo mes.
La izquierda “no está muerta, la
necesitaremos en los próximos años para proteger a la gente que sufre y que
sufrirá aún más con la política muy liberal que podría ser implementada” en los
próximos años bajo el gobierno de Macron, señaló la exministra socialista
Aurélie Filippetti, que también cayó eliminada.