Prensa.
EFE.
El Vaticano valoró “muy positivamente”
la posibilidad de que un grupo de países elegidos por el Gobierno de Venezuela
y la oposición acompañen unas negociaciones para hallar una salida a la “grave
crisis” que vive el país. El grupo actuaría como garante de las negociaciones,
dijo el nuncio apostólico y observador permanente de la Santa Sede ante la ONU,
Bernardito Auza, en una declaración presentada ayer -y divulgada este miércoles-
en un diálogo con observadores permanentes de la OEA durante la 47 Asamblea
General que se desarrolla en Cancún.
El grupo estaría integrado por naciones
de la región o, eventualmente, de otros continentes, indicó Auza, quien señaló
que la situación de Venezuela “ha adquirido tintes dramáticos en los últimos
meses”, pese a los esfuerzos realizados.
Durante la primera sesión plenaria de la
Asamblea General, el subsecretario de Estado de EE.UU., John Sullivan, propuso
el martes formar un grupo de naciones para “facilitar una salida” a la crisis,
algo que la entonces canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, rechazó por “inútil
e innecesario”.
Sullivan afirmó que es un momento
decisivo para que la OEA “pruebe su relevancia” y autorice ese “grupo de
naciones”, contemplado en los dos proyectos de resolución presentados en la
reunión de cancilleres sobre la crisis de Venezuela celebrada el lunes.
Dicho encuentro, que siguió a otro
celebrado en Washington el 31 de mayo pasado, fue suspendido después de que
ninguna de las dos propuestas de declaración alcanzara los 23 votos necesarios
(los dos tercios de los 34 Estados miembros representados).
Rodríguez dejó claro que ese “grupo de
contacto” es “completamente inútil e innecesario” y que la única forma en que
EE.UU. podría imponer su voluntad sobre Venezuela sería “con sus marines”, lo
que sería respondido de manera “contundente”.
Auza recordó que el 30 de abril, el papa
Francisco llamó al Gobierno y a todos los venezolanos a evitar cualquier forma
de violencia, a respetar los derechos humanos y buscar “soluciones negociadas a
la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está golpeando a
la población”.
Al respecto, dijo que el actual clima ha
afectado a la Iglesia católica de Venezuela, donde se han registrado “amenazas
a sacerdotes, irrupciones violentas durante las celebraciones litúrgicas,
acusaciones injustificadas contra instituciones eclesiásticas y ataques
difamatorios públicos contra algunos obispos”.
Pese a ello, agregó, la Santa Sede, “partiendo
de la convicción de que deben ser los propios ciudadanos quienes pongan las
bases para solucionar los problemas internos, considera que no deben
escatimarse los esfuerzos para ayudar a que el país salga de su grave crisis”.
El nuncio expresó así su esperanza de
que la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuya 47 Asamblea General
concluye este miércoles y ha estado marcada por la crisis de Venezuela, pueda
ayudar a solucionar la grave crisis que vive ese país.