Prensa.
CNN en español.
Con una hiperinflación que el Fondo
Monetario Internacional estima que podrá llegar a un 1.660% en 2017 y que ha
agravado la crisis económica, los venezolanos además enfrentan dificultades por
cuenta de su moneda profundamente devaluada. Hace unos días la escasez de
efectivo causó protestas, cierres de calles y hubo denuncias de saqueos en
algunas regiones del país, después de que el Banco Central de Venezuela sacara
de circulación el billete de 100 bolívares, que era el de mayor denominación, y
lo dejó sin poder de compra ni legalidad.
Maduro denunció la existencia de mafias
que contrabandeaban este billete hacia Colombia y otros países. Este domingo
llegó al país el nuevo billete de 500 bolívares luego de haber sido blanco de
un supuesto “sabotaje”, según dijo el presidente de Venezuela.
Para hacerle frente a la falta de
efectivo, un grupo de empresarios venezolanos creó una plataforma que conecta a
compradores y vendedores de divisas para que intercambien moneda de una manera
legal y segura a través de internet, pues según afirman en un video en el que
explican cómo funciona la plataforma, enviar remesas desde Estados Unidos a
Venezuela es un proceso complicado por la cantidad de regulaciones interpuestas
por el gobierno de Venezuela.
Se trata de mercaDolar, una página de
internet en la que los usuarios pueden intercambiar dólares por bolívares
venezolanos y viceversa. Sin este servicio los venezolanos que querían cambiar
divisas tenían dificultades para contactarse con compradores o vendedores pues
para negociar las monedas era necesario pedir permisos que son difíciles de
obtener y enfrentarse a las regulaciones del gobierno, le explicó a CNN en Español
Hugo Padilla, gerente de desarrollo empresarial de mercaDolar Inc, un
venezolano que desde hace 13 años vive y trabaja en Nueva York.
“Cuando hay un proceso de transferencia
de dinero entre dos personas a través de un intermediario informal que se gana
una comisión, se está cayendo en un delito porque no está regulado por ninguno
de los dos países y pasaría a ser un money transmitter, que en Estados Unidos
están fuertemente regulados, no solamente por le hecho de la comisión, sino por
todo lo que significa mover dinero de un lado a otro”, agrega.
Los vendedores de dólares publican su
oferta de tasa a través de la página, especifican el monto en dólares que van a
vender y el precio en bolívares que esperan recibir. Después mediante un
sistema ACH (una transferencia electrónica de fondos entre bancos), mercaDolar
debita automáticamente el monto que ofrece el vendedor de su cuenta bancaria en
Estados Unidos y cuando este recibe los fondos por parte del comprador,
deposita el dinero al receptor en Venezuela, según explica en su página web.
Actualmente el sistema sólo está
disponible para usuarios que tengan cuentas bancarias en Estados Unidos. “Todos
nuestros clientes están certificados de no pertenecer a ninguna de las listas
[de lavado de dinero, blanqueamiento de capitales o apoyo al terrorismo] o que
no están están vetados para hacer transacciones económicas en Estados Unidos”,
asegura Padilla en conversación con este medio.
“Es un verdadero mercado abierto donde
cada uno pone su producto (en este caso el dólar) al precio que le parezca más
conveniente”, añade. El venezolano explica que la plataforma es un medio de
conexión entre el comprador y el vendedor; mercaDolar actúa como una cuenta ‘escrow’
o un mecanismo de custodia, en el que se mantienen los fondos mientras la
transacción se completa entre las partes.
Para evitar la especulación y el aumento
de los precios del dólar, la compañía pone una tasa referencial que permite que
solo se venda la divisa con una diferencia de 30% por encima o por debajo. Es
decir que si un dólar cuesta 1.000 bolívares, no es posible ofertar la divisa
por más de 1.300 bolívares o por menos de 700, explica Padilla.
En la actualidad la plataforma permite
ofertar entre 50 y 750 dólares.
Sin dar mayores detalles —porque sería “revelar
información privada”— Padilla asegura que la compañía está blindada contra una
eventual acción del gobierno de Venezuela para bloquear este tipo de
transacciones. MercaDolar dice en su página web que las transacciones no son
ilegales pues “ejecuta todas sus transacciones exclusivamente dentro del
territorio Estados Unidos donde el intercambio de divisas entre personas
naturales y jurídicas es absolutamente libre”.
Ellos trabajan inicialmente con clientes
en Estados Unidos pues las autoridades de Venezuela prohíben las operaciones
bancarias con tasas del mercado negro y ofrecen cambio de dólares a precios muy
inferiores que afectan el bolsillo de los ciudadanos.
El sistema oficial de cambio de
Venezuela tiene varios niveles. La tasa Simadi permite que los ciudadanos
cambien dólares a unos 674 bolívares, muy por debajo de la tasa en el mercado
negro donde la mayoría de venezolanos cambia sus dólares a una tasa aproximada
de 2.620 bolívares, según la página DolarToday, que monitorea la tasa no
oficial. Estas varían pues no hay control de cambio y algunas se registran en
858 bolívares por dólar.
MercaDolar, que ya cuenta con más de
5.200 clientes según Padilla, funciona a pesar de que organizaciones como la
Federación de Artesanos, Micros, Pequeñas y Medianas Industrias y Empresas de
Venezuela, Fedeindustria, hizo un llamado a “vencer el dólar paralelo” el
pasado 17 de noviembre en la cadena estatal VTV. El presidente de esta organización, Orlando
Camacho dijo que este tipo de dólar “crea inestabilidad en los precios, lo que
genera una inflación inducida”.