Columnista.
Augusto Guevara.
Maduro,
lo vamos a derrotar a usted y a su cáfila de adulantes
Algún
líder nuestro, posiblemente el mismo presidente de entonces y líder de siempre,
Rómulo Betancourt u otro dirigente pronunció: “votos sí, balas no”. Los jóvenes
de entonces, en las universidades, en los liceos y en las calles, las
convertimos en consignas de lucha antiguerrillera y democrática. Hablo de los años
iniciales de la década de 1960, cuando muchos jóvenes comunistas, idealistas
ellos, no como los de ahora, a los que sólo les interesan el poder y el dinero,
“cogieron el monte” inspirados en esa infrecuencia histórica que fue el “fidelismo”
y creyendo ingenuamente que por ese camino podían liquidar el ensayo democrático
e imponer en Venezuela un régimen soviético-habanero. Fracasaron, como es
sabido por todos. Triunfó la democracia, ganó Venezuela.
La
última e infeliz amenaza de Maduro
Hoy
traigo a colación aquellas palabras pero en sentido inverso, para darle
inmerecida categoría de “título” a la última y más infeliz amenaza de Maduro,
quien dijo que si los votos no sirven para imponer su proyecto, se impondrán
con las armas, es decir, con las balas. Ante semejante disparate cabe preguntar
¿Con cuáles armas nos amenaza este hombre? ¿Quién le dijo que él tiene armas? ¿Le
habrán hecho creer que las armas que portan los militares son de él?
Me
permito informarle Maduro, que esas armas no son suyas ni de los militares,
quienes sólo son sus custodios. Esas armas, sépalo, son de Venezuela, es decir,
del pueblo, es decir, de nosotros. En cambio, las armas que utilizaron los
guerrilleros comunistas en 1960, vaya aprendiendo Maduro, sí eran de ellos, se
las regalaba Fidel Castro a quien, a su vez, se las regalaba la Unión Soviética,
“manguangua” que se les acabó cuando el presidente norteamericano John F.
Kennedy obligó a Fidel, Nikita Khrushchev, a pegar el carrerón cuando la crisis
de los misiles. Fue entonces cuando se
les “mojó la pólvora” a los camaradas vernáculos. Pero ésa era su pólvora, eran
sus armas. Y me pregunto ¿De cuáles armas suyas habla Maduro? ¿Quién se las
regaló?
Disparos
en línea recta
Porque
muy bien sabemos que las armas que cargan por allí y con las que están
asesinando a venezolanos en las calles, son nuestras. Agravante bien importante
este de que nos estén asesinando con nuestras escopetas, con nuestros fusiles,
y con nuestras bombas lacrimógenas, disparadas en línea recta con premeditación
y alevosía. ¿Sabía usted Maduro lo que le estoy diciendo, es decir, que está
mandando a matar al pueblo con las armas del pueblo y con los militares cuyo
sueldo paga el pueblo? Es innecesario el esfuerzo imaginativo para ver en su
cara una cínica sonrisa de satisfacción. Satisfacción causada por la ironía de
que nos matan con nuestras propias armas. Eso sí, sonría con cuidado porque
algunas veces la sonrisa provoca sangramientos; porque sepa Maduro, lo vamos a
derrotar, a usted y a su cáfila de adulantes.
Lo
derrotaremos con las armas de la razón, de la justicia y del Derecho
Para
ello sólo utilizaremos las armas de la razón, de la justicia y del Derecho. Lo
derrotaremos Maduro con la constitución de 1999 en la mano, que es como decir
que muy pronto lo derrotará la democracia y los jóvenes de hoy, como lo hicimos
los de la década de 1960, le gritarán a las puertas de su casa (sí, de su casa,
porque se lo va a permitir el próximo gobierno democrático), le gritarán,
reitero, votos sí, balas no.
Tw:
@aguevaraanzola