Prensa.
Senderos de Apure.net. Eduardo Galindo Peña.
Foto:
Cortesia.
En lo que va de 18 años de los gobiernos del ex presidente fallecido Hugo Chávez
y el actual presidente Nicolás Maduro han sido más contundentes en acciones de sanciones por los Republicanos
como la política micrófonos por parte de los demócratas fue una diplomacia
silenciosa. No así, con la actual
administración de; Donald Trump, que es directa hacia el gobierno de Maduro
donde desde su origen de estas tensiones
entre EE.UU y Venezuela han
surgido; impases, sanciones donde es un
libreto del castro-comunismo cubano que sigue el gobierno socialista venezolano
para hacerse las víctimas y arengar el
populismo anti-imperialista. Pero una
cosa en común con estas naciones que han dependido del petróleo, donde uno lo
vende y el otro lo compra.
Para el caso, del gobierno venezolano,
el expresidente Chávez tenía una política de micrófono con el gobierno de
Estados Unidos abierta y de confrontación verbal que fue desde Clinton, Bush,
Obama. Este último expresidente utilizaban una política de diplomacia
silenciosa que efectuaron sanciones pero que no le contestaban abiertamente de
manera verbal, sino era de ejecuciones contra funcionarios específicos del
gobierno venezolano y al pueblo venezolano no. Pero Obama fue más allá y utilizó
la técnica de un mediador como Thomas
Shannon que estuvo varias veces en Caracas o islas del Caribe para dialogar
tensiones entre Venezuela y EE.UU.
Sin embargo, el punto muerto de estas
tensiones comenzó en el año 2008, el expresidente fallecido Hugo Chávez, para últimos
meses de ese año expulsó al embajador de
Estados Unidos en Caracas, Patrick Duddy, supuestamente por magnicidio. Cabe
destacar, que nunca fueron presentadas las pruebas de este presunto magnicidio
y obedeció más a la campaña propagandística política contra el imperialismo.
Igualmente estas tensiones se mantuvieron tanto en el primer como segundo
gobierno de Obama que fueron más diplomáticas y estratégicas.
Con la llegada de la administración de
Donald Trump la política del nuevo gobierno estado unidense realizó un giro de
360 grados con la política de diplomacia silenciosa y paso de manera abierta
contra el gobierno madurista. También fue una promesa de Trump en campaña de
erradicar los gobiernos comunistas y dictatoriales en Latinoamérica haciendo alusión
a Cuba y Venezuela.
Las sanciones del Presidente Trump han
sido más fuertes y contundentes sin intermediarios por ahora. Ya que en el
periodo de Obama se guardaban las distancias y los detalles, al punto de
mencionar que el gobierno venezolano era una “amenaza” y aplicó sanciones a
funcionarios. Pero ahí quedaban en el silencio.
La semana pasada, específicamente el
lunes 24 de julio del presente año,
Trump emitió un comunicado donde acusó al gobierno de Maduro de mal líder
y de convertirse en un dictador y que de imponerse la asamblea constituyente aplicaría severas sanciones económicas y una
de ellas pudiera ser un embargo o no la compra de petróleo al gobierno
venezolano donde Venezuela depende de la entrada de estos recursos debido a la grave crisis
que atraviesa y esto empeoraría la situación en el país sudamericano.
La respuesta de Maduro al siguiente día,
martes 25 de julio del año en
curso, fue la activación del consejo de
defensa de la nación (Codena) para responder a las amenazas imperiales de
EE.UU. Es de resaltar, que Codena es un organismo para la planificación y
asesoramiento del poder público
venezolano relacionado a la defensa integral de la nación.
También la semana pasada, precisamente
el miércoles 26 de julio de 2017, en el congreso de los USA, tanto el
secretario General de la OEA, como el senador Republicano Marcos Rubio quien ha
sido quien ha llevado la batuta de las sanciones ofrecieron declaraciones. Por
su parte Luis Almagro de la Organización de Estados Americanos manifestó “el
colapso de la democracia en Venezuela” y señaló que el estado venezolano está
sumergido en una estructura de “corrupción y narcotráfico”. Mientras el Senador
Republicano Marcos Rubios fue más
contundente y refirió al igual que Almagro que la Democracia en Venezuela se
encuentra en peligro y acotó Rubio que, “Diosdado Cabello no es un simple líder
sino el Pablo Escobar de Venezuela”.
Por su parte, Maduro para el jueves 27 de julio,
en el cierre de campaña, de lo
que promociona, como asamblea nacional constituyente, utilizó los mismos
argumentos del ex presidente Chávez de confrontación verbal como lo realizaba
abiertamentente con Obama. En este caso fue
de Maduro a Trump, “Su majestad,
el emperador Donald Trump, ha dado la orden de que suspendamos la Constituyente…
Le digo al emperador Donald Trump que el pueblo manda en Venezuela y que el
domingo 30 de julio la Constituyente sí va". Además Maduro se refirió en términos de su pésimo
ingles lo siguiente, “"Mister emperador of United States. Mister vasallo John Manny Santos, in Venezuela, the
constituyen gu gu gu gu. Mister Trump go home. Mister Trump go home".
Para el viernes 28 de julio, el gobierno
Americano emitió una alerta a sus conciudadanos en Venezuela para que abandonar
el país sudamericano o que tomaran las previsiones necesarias debido las
protestas, falta de alimentos y medicina. Mientras el Vicepresidente de los
Estados Unidos, Mike Pence el sábado 28 de julio de 2017, se comunicó vía telefónica
con el preso político que esta casa por
cárcel por el gobierno de Maduro y reiteró en esa conversación el
vicepresidente de USA a López la promesa
del presidente Trump de que si el régimen de Maduro impone su Asamblea
Constituyente el domingo 30 de julio, Estados Unidos responderá con acciones
económicas fuertes y rápidas.
Ahora dejamos la siguiente interrogante.
¿Será que el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump cumplirá con la
promesa de validarse la asamblea constituyente este domingo 30 de julio de
2017, y tomará medidas económicas
severas y de otro tipo de medidas contra el gobierno de Nicolás Maduro? La respuesta
posiblemente la obtendremos a principio
de esta semana. ¿Quién se impondrá? Amigos lectores saquen ustedes sus propias conclusiones.