Prensa. Lider.
La
Vinotinto sub-17 no descansa en su preparación para el Sudamericano de
Argentina, que brindará solo dos cupos al Mundial de Uruguay, ambos eventos se
disputarán en 2018. La gloria (son bicampeonas en esta categoría) no nubla al
cuerpo técnico que tiene como principal herramienta el trabajo constante para
lograr los objetivos de una vara que con el pasar de los años cada vez está más
alta. Por lo momentos, no hay muchos nombres fijos y están en plena etapa de
observación, en la cual se han colado los nombres de Bárbara Olivieri y Mariana
Mazzoca.
Ambas
son las únicas que no juegan en Venezuela y viven con mucha ilusión la
oportunidad de vestir la casaca Vinotinto, esa que han visto a distancia desde
los Estados Unidos. “La adaptación a los módulos ha sido muy buena, las chicas
son súper simpáticas y el español lo he mejorado mucho”, relató Olivieri que
hace vida en Thompkins High School y Albion Hurricanes.
La
enganche, que suma dos goles y una asistencia en tres juegos, acotó: “Me han
recibido muy bien, siempre me preguntan cómo es Estados Unidos. Me gusta mucho
estar en el CNAR, me sorprendió como me trataron”.
Y
es que Bárbara no fue la única que quedó encantada con la buena química de la
selección, sino también Mazzoca que llegaba con cierto recelo a Nueva Esparta. “No
pensé que me iba a adaptar tan tapido como lo hice, yo dos semanas antes de
venir pensé que me iban a mirar feo, porque soy una gringa de los Estados
Unidos. Pero no tomó ni un día para que se hicieran amigas de nosotras”, confesó
la volante “5”. Mariana, que juega en Weston FC, agregó: “Todas son muy simpáticas
y juegan muy bien”.
Las
“gringas” descubrieron de entrada una de las claves del por qué las selecciones
femeninas son tan exitosas: viven como una familia, siempre dispuesta a agregar
una nueva hermana. Pero también les tocó sudar a la hora de la práctica. “Definitivamente
los entrenamientos son muy duros, todas son dedicadas. Allá (Estados Unidos)
fui un campamento sub-15 y noto la diferencia que aquí son bastante dedicadas”,
expresó la jugadora de Hurricanes. Mientras que, Mazzoca destacó que en el
norte entrenan una vez al día, pero en el CNAR se va al gimnasio y luego se
juega. “Los entrenamientos son fuerte (…) allá (Estados Unidos) se corre más y
se trabaja menos con la pelota”.
Identidad
Vinotinto
“Ponerme
la camisa Vinotinto para mí es un orgullo, mis papas nacieron aquí (Venezuela),
pero se fueron a Estados Unidos para que tuviera una mejor calidad de vida.
Quiero hacer lo mejor que pueda”, aseveró con orgullo Olivieri. Mariana siguió
la misma línea y comentó: “Estoy demasiado orgullosa, ya que toda mi familia
vive aquí, solo mi papá, mamá y hermano vivimos afuera. Aunque nací allá
(Estados Unidos) siempre me considero venezolana”.
No
sería la primera vez que la Vinotinto repatrie a una jugadora y el caso más
reciente es Mariana Speckmaier, quien quedó en la historia de la selección
nacional como la primera jugadora en marcar gol en un Mundial sub-20. Sin
embargo, este par de jugadoras tienen claro lo que tienen que hacer si quieren
representar al país en el Sudamericano.
“Las
claves para ser habitual es ser única, tener actitud dentro el campo (querer
siempre tener la pelota) y ser responsable. Jugar lo más duro que puedas”,
argumentó la volante creativa. Para la contención, quien ha sido probada en
otras posiciones, todo pasa por “trabajar duro siempre y mostrar todo lo que
puedes hacer.