Prensa.
AFP.
La cuenta regresiva comenzó. Venezuela
entra en una semana crucial para la elección, el próximo domingo, de una polémica
asamblea que reformará la Constitución, en la que la oposición no participará
por considerar que perpetuará al gobierno de Nicolás Maduro en el poder.
“No es momento de rendirse ni momento de
asustarse. Estamos en las horas decisivas y definitorias para el futuro del país”,
dijo este domingo el diputado Freddy Guevara, en rueda de prensa en
representación de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Redoblando la presión en la recta final
de su ofensiva contra la Asamblea Nacional Constituyente, la oposición convocó
a un paro de 48 horas el miércoles y jueves, tras haber realizado la semana
pasada una huelga de 24 horas que estimó exitosa.
La MUD convocó además a una gran marcha
en Caracas el viernes, en el último intento por hacer que Maduro desista de
realizar la elección de los 545 asambleístas de la Constituyente.
“Que le quede claro a Maduro y a la
Fuerza Armada -sostén clave del gobierno- que no nos vamos a calar (aguantar),
que no vamos a permitir, que se imponga un fraude constituyente contra el
pueblo”, agregó Guevara.
Pero, advirtió que, si se llega a la
elección, la oposición se preparará para un “boicot cívico, sin armas”, sin
precisar detalles. “No nos vamos a dejar esclavizar, vamos a pelear”, afirmó.
Esas acciones escalan aún más las
manifestaciones contra el gobierno que iniciaron hace cuatro meses y que han
dejado más de un centenar de muertos, miles de heridos y cientos de detenidos.
“Pase lo que pase”
Maduro enfrenta, además, una creciente
presión internacional, que incluye amenazas de sanciones económicas del
presidente estadounidense, Donald Trump, y llamados de gobiernos de América
Latina y Europa para que desista de la Constituyente.
Pero el presidente está decidido a sacar
adelante su proyecto contra viento y marea. “Desde el exterior, la derecha
imperial cree que puede dar órdenes en Venezuela y en Venezuela el único que da
órdenes es el pueblo”, aseguró este domingo, al iniciar su programa dominical.
“Estamos apenas a una semana de la gran
victoria de la Asamblea Nacional Constituyente y se escucha el rumor de la
alegría de un pueblo que quiere paz y que va a derrotar las amenazas del
fascismo”, afirmó.
Maduro ha advertido a los líderes de las
protestas que irán a prisión, una vez se instale el 2 de agosto la
Constituyente, que regirá al país como un suprapoder por tiempo indefinido.
Es “una semana decisiva y, pase lo que
pase, que toda Venezuela se levante y no se deje de levantar hasta que aquí
vuelva la democracia. ¡Huelga general y calle sin retorno! (…), así vayamos
todos presos”, dijo Guevara.
La MUD rechazó participar en la Constituyente,
argumentando que no fue convocada en referendo y que el sistema electoral es un
“fraude” con el que Maduro busca aferrarse al poder, tras dos décadas de
gobierno chavista.
Acudir a la elección, sería legitimar un
proceso que busca “imponer un comunismo en Venezuela”, agregó Guevara.
Futuro oscuro
El desafío de la oposición forma parte
de una estrategia lanzada tras el plebiscito simbólico que realizó el pasado
domingo, en el que asegura haber recaudado 7,6 millones de votos contra la
Constituyente.
Maduro, de 54 años y cuyo mandato
concluye en enero de 2019, no reconoció esa consulta y acusa a sus adversarios
de promover la violencia para darle un golpe de Estado con el apoyo de Estados
Unidos.
“Déjenme hacer la paz, pido el voto para
un proyecto de país, para resolver los asuntos con votos y no con balas, por la
paz, por la Constituyente”, aseguró.
Según el presidente, existen
negociaciones con la oposición para buscar una salida a la crisis, lo cual fue
negado este domingo por Guevara.
El sábado se registraron fuertes
disturbios en una marcha de la oposición y se temen nuevos estallidos de
violencia esta semana. Solo en el paro de 24 horas la semana pasada murieron
cinco personas.
La Fuerza Armada, a la que Maduro ha
dado enorme poder político y económico, se desplegará por todo el país para
resguardar la elección.
Todo “esto nos está llevando a más
pobreza, primitivismo y fractura. Y hasta que las partes no entiendan que hay
que negociar para convivir y rescatar equilibrios, el futuro es oscuro”, aseguró
el analista Luis Vicente León.