Prensa. @el_interes
El gobierno de Estados Unidos está considerando
restringir los intercambios con la deuda venezolana, ya que busca castigar al
presidente Nicolás Maduro por socavar la democracia del país, según personas
familiarizadas con el tema consultadas por Wall Street Journal. La inusual medida prohibiría temporalmente a las
instituciones financieras estadounidenses de comprar y vender bonos denominados
en dólares emitidos por la República de Venezuela y por la petrolera estatal
Petróleos de Venezuela, según una fuente que fue informada sobre la propuesta.
Otra persona familiarizada con el tema advirtió
que la medida es uno de los varios pasos que se están considerando en Venezuela
y agregó que la decisión final dependerá del presidente Donald Trump. Una opción que también se está considerando es la
prohibición del comercio en sólo algunos papeles emitidos por la petrolera
estatal para limitar su acceso a los fondos externos, dijo una tercera persona
a periodistas de Wall Street Journal.
La prohibición sería el primer paso en contra del
sistema financiero venezolano, ya que el presidente Trump prometió “una rápida
acción económica” contra Nicolás Maduro por instalar un parlamento paralelo con
representantes leales al gobierno chavista. Hasta ahora, las sanciones estadounidenses han
atacado a docenas de funcionarios venezolanos, prohibiéndoles viajar a Estados
Unidos y congelando cualquier activo en el país por presuntos abusos contra los
derechos humanos y corrupción.
La prohibición afecta a oficiales militares y
contratistas gubernamentales que tienen bonos venezolanos, sin herir de
inmediato a la población en general, dijo la persona informada al respecto. El gobierno de Maduro ha continuado haciendo pagos
de bonos a pesar de sufrir la recesión más profunda del mundo, recompensando a
los inversionistas tolerantes al riesgo con los rendimientos más altos del
mundo. Muchos de los principales gestores de fondos estadounidenses dependen de
la deuda venezolana para crecer en un momento en que la mayoría de los países
ricos ofrecen tipos de interés negativos en sus bonos.