Prensa. Notisur.
Los niños de las comunidades más empobrecidas de
San Fernando obtienen una mejor alimentación gracias a la labor de un grupo de
jóvenes estudiantes de medicin,que prefirieron mantenerse en el anonimato,
decidieron prestar una mano amiga a las personas en situación de calle y con
desnutrición, a través de una taza de sopa.La iniciativa busca alimentar a un
promedio de 50 niños, quienes hurgan en los contenedores de basura del casco de
la ciudad en busca de comida.
Los jóvenes decidieron no ser parte del problema
sino ser activistas de una solución. A pesar de no contar con mayores recursos,
cada mes impulsan una cruzada contra el hambre que bautizaron “Una Sopa Amiga”.
De igual modo narraron, que más que una fundación,
es una labor que se lleva a cabo a diario por todos los miembros del equipo,
con ganas de ayudar sin ningún interés de lucrarse. La sopa es elaborada con
insumos donados por comerciantes, vecinos y voluntarios, que se suman a la voz
de los impulsores de la actividad, que aseguran que “una sopa amiga hace la
diferencia”, enfatizando que los niños que reciben la sopa, en su mayoría
padecen desnutrición y con la falta de una alimentación balanceada se dificulta
su recuperación.
Destacaron que tienen el deseo de ayudar a cuantas
personas les sea posible, por lo que invitaron a los apureños a unirse en esta
noble causa, sin ningún motivo político o religioso. Así mismo manifestaron,
que cada día que pasa es el mayor el índice de niños y niñas afectados por la
desnutrición infantil, originado por la escasez y desabastecimiento de
alimentos esenciales para el crecimiento humano.
Relataron que estos casos de desnutrición también
están ligados a periodos de hambre que padecen los niños en sus casas cuando
sus padres no cuentan con el dinero necesario para comprar alimentos, lo cual
produce a largo plazo enfermedades gastrointestinales que se desarrollan rápidamente
e incrementan el riesgo de posible mortalidad en esta población.