Prensa. lanacionweb.com
Aun cuando las autoridades colombianas, hasta
ayer, no habían suministrado información adicional sobre el secuestro y
posterior fuga del empresario colombiano
Carlos Eduardo Galezo, en breves declaraciones que dio la víctima, este mismo viernes,
dijo que huyó en un descuido de sus captores.
Sin embargo,
no han salido a la luz pública otros aspectos relacionados a su
secuestro, que duró menos de 24 horas, como por ejemplo, según su apreciación,
si los autores del hecho corresponden al
hampa común, a alguno de los grupos subversivos que operan en la frontera, o si
se trató de otra agrupación delincuencial.
Carlos Eduardo Galezo, de 38 años, domiciliado en
Norte de Santander, en conversación con el coronel Javier Barrera, comandante
de la Policía Metropolitana de Cúcuta, hasta donde llegó en compañía de
uniformados del grupo de Acción Unificada para la Libertad Personal (Gaula),
dijo que no lo pensó dos veces para escapar, aprovechando un descuido de los
delincuentes.
También les narró las angustiosas horas que pasó
desde el jueves, a las 5 de la tarde, cuando en San Antonio del Táchira, muy cerca del comando de la
Guardia Nacional, al menos cuatro
hombres, que lo llamaron por su nombre, lo obligaron a huir con ellos en una
camioneta con vidrios ahumados.
Lo encapucharon y luego lo llevaron hasta algún lugar de San Antonio del Táchira. Por su
liberación, ya los delincuentes le habían pedido a su familia una millonaria
suma de dinero en pesos colombianos.
Al conocerse el secuestro de Galezo, quien tiene
empresas comercializadoras de productos de aseo en cinco municipios del
territorio venezolano desde hace muchos años, de inmediato se activó el Gaula
de Colombia y, por Venezuela, el Gaes-Táchira.
Al concretarse la llamada extorsiva, desde un número
colombiano, el Gaes, durante la triangulación telefónica, estableció que provenía
de alguna antena ubicada en La Parada, en Villa del Rosario, Norte de
Santander, frontera con San Antonio del Táchira. (MB)