Prensa. El
Tiempo.
El
viaje del Papa a Colombia no solo convocó a feligreses de todo el mundo sino
también a representantes de la Iglesia católica venezolana. De hecho, la crisis
de Venezuela podría ser uno de los temas políticos que tocaría Francisco.
EL
TIEMPO habló con Jorge Urosa Savino, cardenal y arzobispo de Caracas, quien
analizó la situación de su país y la repercusión que tendrá en este la llegada
de su santidad a Colombia.
Por:
María del Mar Quintana /El Tiempo
¿Cómo
ve la comunidad católica venezolana y, en general, el pueblo venezolano la
llegada del Papa a Colombia?
Para
el pueblo venezolano es una gran noticia y es un gesto de cercanía del Papa con
América Latina y con el pueblo y la Iglesia hermana de Colombia. Además,
considero que es muestra de una actitud bastante positiva por parte de la
Iglesia y del pueblo de Colombia al acoger al sucesor de Pedro y vicario de
Cristo, quien trae un mensaje de reconciliación y acercamiento a Dios nuestro
señor en este momento crucial para su país.
¿Cree
que la llegada del Papa ayudará a mejorar las relaciones entre Venezuela y
Colombia?
Las
relaciones están en un momento difícil por la situación política negativa que
tenemos en Venezuela. Ha habido de parte del Gobierno colombiano una
apreciación objetiva del asunto, de manera que la visita del Papa directamente
no va a cambiar eso. Sin embargo, podrá ser positiva en la medida en que el
Gobierno cambie de actitud, que es lo que esperamos todos.
Por
su parte, el presidente Maduro ha dicho que está en unión y que aprecia mucho
al Papa. Pero lo importante es que ponga en práctica los acuerdos a los que se
llegó en la mesa de diálogo el año pasado el 30 y 31 de octubre. El Papa le
solicitó al presidente de Venezuela contener la violencia, no instalar la
Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y que respetara la Asamblea Nacional,
pero Maduro ignoró esos acuerdos.
¿Cuál
ha sido la respuesta de la Iglesia católica a la crisis?
El
pueblo venezolano está viviendo una situación sumamente grave por una agitación
política permanente, un problema económico terrible, la inflación más alta del
mundo y la escasez inaudita y absolutamente injustificada de alimentos y
medicamentos.
Ante
eso, los obispos venezolanos hemos exigido al Gobierno que cumpla con su deber
constitucional de asegurar la alimentación y la salud del pueblo, pero también
que se respeten los derechos humanos y que cese la represión cruel, exagerada y
desproporcionada que causó más de 120 muertos en tan solo tres meses de
protestas. También hemos organizado atención humanitaria a la gente más
necesitada, pero lo que hacemos es solo una gota de agua en el mar, pues el que
tiene que resolver el problema es el Gobierno.
¿Qué
piensan del papel de la oposición?
Todos
esperamos que la oposición sea más firme y más fuerte ante las arremetidas del
Gobierno contra el pueblo venezolano.
¿Qué
tan fuerte fue la transición de Hugo Chávez a Nicolás Maduro?
El
presidente Chávez pidió a sus seguidores que eligieran a Maduro como su
sucesor, y así se hizo. Pero la situación que ya iba mal en tiempos del
presidente Chávez ahora está peor porque se ha profundizado en la inoperancia
del Gobierno y al mismo tiempo se ha radicalizado la imposición de un sistema
totalitario y estatista, fracasado en todos los países donde se ha impuesto.
Además, cada vez hay menos capacidad de actuar en libertad y se han agredido
los derechos humanos.
¿Ustedes
califican al gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura?
Por
supuesto que sí, es una dictadura porque se ha anulado al parlamento y luego se
ha establecido un órgano político absolutamente inconstitucional, pero además
torpe y fraudulento como lo es la ANC. Es un sistema dictatorial donde no hay
división de poderes, y no se respetan los derechos fundamentales, es decir, ni
siquiera los que están establecidos en la Constitución nacional.
Quiero
añadir que todos los venezolanos, especialmente los que tienen mayor
responsabilidad dentro de la sociedad, están en la obligación de defender sus
derechos y los de los demás. Nosotros como Iglesia católica lo estamos
haciendo, y precisamente por eso es que el Gobierno no nos quiere.
Oración
por Venezuela
Durante
el vuelo que lo llevó a Bogotá, el Papa dedicó unos minutos para enviarle un
mensaje al pueblo venezolano. Pidió una “oración para que pueda haber diálogo
con todos” en el país vecino.
Además,
envió un telegrama al presidente Maduro en el que aboga por la “solidaridad,
justicia y concordia”. Francisco está de vuelta en América Latina para ayudar a
Colombia a seguir “adelante en su camino de paz”, expresó.
MARÍA
DEL MAR QUINTANA
Redacción
Internacional
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