Prensa. Notisur-
Los municipios
San Fernando y Biruaca presentaron durante la semana desabastecimiento en el
combustible, apreciándose, en las diversas estaciones de servicio, largas colas
de vehículos para llenar el tanque de gasolina. Esta situación se ha reiterado
en las últimas semanas, llegando a normalizarse por pocos días y luego vuelve a
presentarse la falta de combustible, sin que exista una explicación oficial del
porqué de esta irregularidad.
Aparentemente,
el problema no es exclusivo del estado Apure, sino que otras regiones del país
comienzan a padecer la falta de combustible, siendo el caso más emblemático el
del estado Nueva Esparta. Especialistas en la materia, como José Toro Hardy, ex
directivo de Pdvsa, han expresado que el gobierno nacional dejó de invertir en
el mantenimiento de las instalaciones petroleras y bajó la producción del
crudo, situación que perjudica la distribución de combustible.
Medios
nacionales han reseñado que un barco que traía insumos para la refinación de la
gasolina no pudo atracar en tierras venezolanas porque no le habían cancelado.
Por parte del
Gobierno Nacional ni de la Estatal Petrolera se ha emitido un pronunciamiento
sobre este tema, que es evidente en varios estados del país donde las colas
para abastecer de combustible se hacen cada vez más largas.
Talento
venezolano para exportar
Ya era un
hecho: Me iba del país. El procedimiento no sería fácil. Trámites por aquí,
tramites por allá, todo por un futuro mejor. En Venezuela, ya no podía vivir
tranquilo. Cada día era más y más pobre. Cada día me sentía más vulnerable
frente al hampa y además, hace tiempo había dejado de confiar en las
autoridades.
Con mi familia
aproveché la oportunidad de comprar los pasajes. En un golpe de suerte los
pudimos adquirir en bolívares. La sobrevivencia en la que se sumerge Venezuela,
ya no la soportaba. Nos hemos vuelto cazadores de comida, sin recreación, sin
poder comprar algo tan básico como un pantalón o una camisa. En este país te alimentas
o te vistes.
Al principio
era un poco engorroso el procedimiento. Averiguar todos los papeles que
necesitaba y discriminar sobre lo que me llevaba en la maleta. Es difícil poder
identificar qué sirve y qué no cuando cada cosa de tu casa tiene una historia.
Saber desprenderse de las que “sobran” no fue, no es, ni será tarea fácil.
Dejar una vida
entera me parecía sorprendente. Significaba dejar mis raíces. Pero pronto fue
sucediendo: Primero se fue mi mamá con mi hermana. Ese día en el aeropuerto vi
cómo familias se despedían de sus seres queridos. Momentos que reflejaban un
poco la realidad que estaba viviendo al despedirme de mi hermana y mamá.
Ahora pasaría
un tiempo sin ellas, viviendo con mi papá. Antes de poder irme necesitaba
solventar unas cosas de mi perra. Dejarla no sería una opción. Tuve que
resolver muchos problemas con el papeleo y a la vez poder encargarme de mis
otros asuntos en la vida. Fueron meses de bastantes trámites y estrés. Una de
mis preocupaciones era que no me quitaran nada en la aduana.
En estos
momentos estoy culminando mi carrera y antes de hacer el viaje definitivo para
Ecuador tengo que ir y venir un par de veces más. El primer viaje fue para
llevar a mi perra, debo reconocer que al regresar a Venezuela se sentía más extraño.
Mi casa ya no era la misma. Se sentía más solitaria.
Dejar algunas
amistades valiosas me entristece. No sé si podré verlas algún día, más allá de
un mensaje, foto o video. Irse es una gran lección para el desapego. Incluso no
me quería involucrar mucho en un romance, eso significaba enredar más el
asunto. Mi plan es poder estar para el
día de la graduación. Pero si soy sincero no sé si pueda regresar.