Prensa. lanacionweb.com
“No
hay insulina en el estado. Sin este fármaco, utilizado en pacientes diabéticos,
la persona se descompensa y por ende se
complica a tal punto que puede quedar ciego, perder sus piernas, debido a que
deben ser amputadas; incluso puede morir”.
Las
consecuencias, nada alentadoras, fueron advertidas por el doctor Luis Ernesto
Jaimes, médico endocrinólogo, luego de asegurar que este fármaco no se consigue
en ninguna farmacia: “La situación es tan complicada que ni siquiera hay
insulina en los hospitales o centros privados para atender una emergencia”.
Estimó
que aproximadamente 8 % de la población es diabética: “Si somos 32 millones de
habitantes, más o menos 2 millones 400
mil venezolanos son diabéticos. De esta cifra, aproximadamente, 10 %, es decir
250 mil, son diabéticos tipo I,
obligatoriamente deben usar insulina; y del tipo II, un gran porcentaje
también tiene que usar este medicamento para el control de su enfermedad”.
“La
insulina es sumamente importante para la vida del paciente, es un tratamiento
que no debe faltar. Y los pacientes que se controlan con pastillas, tampoco las
consiguen”, declaró.
Ante
la ausencia de la insulina, el paciente puede morir- advirtió el doctor Luis
Jaimes-, puede hacer complicaciones agudas de la diabetes como es la
cetoacidosis diabética, su vida depende de este fármaco.
“Si
llega un paciente, descontrolado, descompensado y hay que colocarle insulina,
de verdad no se cuenta con este producto farmacéutico”, apuntó el especialista
en endocrinología.
Tipos
de insulina
Especificó
que en el mercado hay doce tipos de insulina, a nivel mundial, incluso están
saliendo nuevas; pero en Venezuela, por políticas erradas, no hay de ningún
tipo.
“Un
lapicero de insulina en Colombia vale 10 dólares, al cambio son aproximadamente
200 mil bolívares; un paciente puede usar cinco o seis lapiceros al mes, es
decir, debe contar con 1 millón 200 mil bolívares, solo con un tipo de
insulina; pero hay pacientes que necesitan dos tipos deferentes, una para las
comidas y otra para la noche”, explicó el endocrinólogo.
Es
tal sentido, refirió, puede usar diez lapiceros al mes, son 100 dólares.
Entonces ¿cómo se puede mantener un paciente diabético si no tiene tratamiento?
Estamos viendo cada día más pacientes diabéticos descompensados, no tenemos
insulina en los hospitales, en las clínicas, para controlar las emergencias”.
“Hoy
por hoy estamos volviendo a usar la insulina que se descubrió en 1922, la
cristalina y la NPH; es decir, se aplica la que se consigue y cuando se
consigue, pero las modernas no las hay”, aseguró el doctor Jaimes.
-Todos
los días se reciben entre cinco y diez mensajes de pacientes que no consiguen
este producto. Una de ellos es enfermera, se aplica la insulina Lantus, está
preocupada porque no la encuentra y en Cúcuta se puede adquirir pero su costo
es imposible pagarlo.
“Piden
los pacientes otras opciones, pero no las hay, y lo peor es que son personas
con 500 y 600 de glicemia”, especificó.
–¿Cuándo
se van a ver las secuelas de esta situación?
–En
un tiempo corto, dos o tres años, incluso ya se están viendo, hay pacientes
ciegos, otros en diálisis por insuficiencia renal, algunos amputados de las
piernas porque presentaron problemas circulatorios. Debido a que no han
recibido el tratamiento adecuado, se van a observar enfermos con secuelas de
una enfermedad crónica que produce muchos problemas como es la diabetes, es
lamentable lo que estamos pasando.
Cree
que hay que cambiar la política de Estado para suministrarle al paciente los
fármacos, se trata de un problema humanitario que alguien no tenga un
medicamento esencial para su vida.
“Han habido quejas de la Sociedad de
Endocrinología y la de Medicina Interna ante los entes públicos y no sabemos
qué pasa, igual sucede que las pastillas como el Glucofage, en los CDI dan Glibenclamida, pero no todo el
mundo puede tomar ese fármaco, es delicado”, sentenció el endocrinólogo.
Contó
el doctor Jaimes que hace poco llegó a Locatel insulina Levemir, pero ya se
acabó, vendían una caja por paciente, por un costo de 170 mil bolívares; duró
una semana, la gente estaba desesperada buscando el informe, pues lo pedían en
el establecimiento, exigencia que se entiende porque mucha gente se aprovecha
de la situación, compra la insulina, incluso hacen récipes falsos a fin de
adquirir el producto y venderlo en Colombia, entendiendo que con lo que valen cinco
lapiceros aquí, en el hermano país solo
se puede adquirir uno”, apuntó el doctor Luis Ernesto Jaimes.
Insistió
que son 2 millones 500 mil pacientes desamparados en Venezuela, pueden
definirse como muertes potenciales en este país, se trata de pacientes
complicados con secuelas de enfermedades crónicas. Es la pérdida de mano de
obra laborable; no obstante, preocupa más que son pacientes jóvenes de veinte,
veinticinco años, niños, todos desesperados buscando tratamiento.
–¿Desde
hace cuánto tiempo se agudizó la situación?
–Aproximadamente
año y medio, pero ahora no hay en ninguna farmacia.
Muchos
de los laboratorios que traían insulina cerraron, por la deudas que les tiene
el Gobierno, entre ellas está un europeo, solo tiene una oficina en Caracas, no
tiene visitadores, personal que anteriormente regalaba insulina, producto que
por cierto hay que hacer la advertencia no puede usarse estando vencido”.
Nancy
Porras