Un
terremoto de magnitud 8,1 en la escala de Richter sacudió el territorio
mexicano cerca de la medianoche del jueves provocando la muerte de al menos
seis personas y un número no determinado de casas y edificios dañados o
derribados. A
diferencia de la magnitud establecida por el Servicio Geológico de Estados
Unidos, el presidente Enrique Peña dijo que el temblor fue de 8,2, lo cual lo
convirtió en el mayor en al menos 100 años.
Su
epicentro estuvo localizado a 165 kilómetros al oeste de Tapachula, en el estado
sureño de Chiapas fronterizo con Guatemala, a una profundidad de 69.7
kilómetros, pero se sintió hasta la Ciudad de México, a más de 1.000 kilómetros
y en Guatemala y El Salvador.
La
sacudida se produjo a las 23:49 del jueves y según Peña Nieto las autoridades
tenían registradas al menos 62 réplicas más. Los edificios en la ciudad de
México se sacudieron por más de un minuto y la gente salió de sus casas. En
algunas zonas de la ciudad se suspendió el servicio eléctrico pero regresó a la
normalidad en un 80%.
“La
casa se movía como chicle, y se fue la luz momentáneamente e internet,
escuchamos que se caían muchas cosas, los animales súper inquietos porque es
zona rural y mucho sonido de sirenas en San Cristóbal", dijo Rodrigo
Soberanes, que vive cerca de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, un estado
pobre y de mayoría indígena popular entre los turistas.
El
Centro de Alertas de Tsunami de Estados Unidos emitió alertas generalizadas por
tsunami en la costa pacífica de varios países de la región, pero no se esperan
mayores riesgos. La agencia indicó que podrían producirse olas en las tres
horas siguientes en Guatemala, Honduras, México, El Salvador, Costa Rica,
Nicaragua, Panamá y Ecuador. No había amenaza de tsunami en la costa oeste de
Estados Unidos. Las olas podrían superar los tres metros en México, según el
Centro de Alertas.
“Se
trató de un sismo de gran escala”, dijo el mandatario en un mensaje la
madrugada del viernes. El presidente aseguró que fue mayor al de 1985, el cual
fue de magnitud 8,1 y dejó miles de muertos sólo en la Ciudad de México.
El
gobierno anunció la cancelación de clases en 11 de los 32 estados del país para
evaluar daños en los edificios y cuerpos de emergencia se encontraban en zonas
costeras para evacuar a la población ante una alerta de tsunami. El
gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, informó en Milenio Televisión que tres
personas murieron y dijo que tenía reportes de daños en hospitales, escuelas,
puentes y carreteras, aunque no dio más detalles.
En
Tabasco, vecino a Chiapas, el gobernador Arturo Núñez dijo que murieron dos
niños: uno al caérsele una barda y otro más en un hospital, donde se apagó el
ventilador que lo ayudaba a respirar. En Guatemala el presidente Jimmy Morales
señaló que tenía reportes de una persona fallecida en San Marcos. Dijo que
había “algunos daños” sin dar más detalles.