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"Va
a ser una labor de reconstrucción a gran escala que requerirá tiempo",
dijo Stephen O'Malley, coordinador residente de la ONU para Barbados y la
Organización de Estados del Caribe Oriental. "Será importante hacerlo
bien", indicó.
O'Malley
dijo a corresponsales de las Naciones Unidas en una conversación telefónica
desde Dominica que no tiene cifras exactas aún, pero que para las islas más
afectadas como Dominica, Barbuda, Turcas y Caicos, las Islas Vírgenes
Británicas y Anguila, el costo total de la recuperación será de "entre
$500 millones y $1,000 millones".
Agregó
que la ONU, el Banco Mundial y el gobierno de Antigua han realizado una
evaluación de necesidades para Barbuda tras el paso del huracán, cuyos 1,800
residentes fueron evacuados antes de que el huracán Irma dañara el 95% de sus
estructuras el 14 de septiembre.
También
señaló que una evaluación similar se realizará en unas tres semanas en
Dominica, la cual fue azotada el 18 de septiembre por el huracán María de
categoría 5. "Quieren reconstruir todo mejor de lo que estaba y se lo
toman muy en serio para asegurarse de que se pueda hacer", dijo O'Malley. El
primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, indicó que quiere que su país
sea el primero en ser "resistente al clima".
Skerrit
hizo un llamado vehemente al mundo para hacer más para ayudar a los países
vulnerables, para hacer frente a los efectos del calentamiento global y hace 10
días exhortó a la Asamblea General de la ONU a "dejar que estos eventos
extraordinarios den pie a esfuerzos extraordinarios para reconstruir a las
naciones de manera sostenible".
O'Malley
dijo que los efectos del cambio climático son evidentes en el Caribe, donde la
temperatura del mar se está incrementando. "El hecho es que el Mar Caribe
se está calentando, lo que intensifica el poder de los huracanes; no los hace
necesariamente más frecuentes, pero sí más fuertes", explicó.