Opinión. Fredy
Yesid Guzmán.
Este próximo domingo 15 de octubre,
Venezuela espera fervientemente celebrar una de las más trascendentales
elecciones, que aunque serán solo para elegir gobernadores y que están
programadas bajo un cuestionado y criticable sistema electoral, regido por un
árbitro abiertamente parcializado y arrodillado ante un sistema de gobierno
atornillado y centralista, representan para el pueblo una oportunidad histórica
para establecer e imponer su voluntad y opinión, esta oportunidad se presenta
afectada por una corrosiva polarización que ha dividido profundamente al
pueblo, y también de una severa crisis integral que afecta el futuro político y
económico de la patria; ahora bien los más de 18 millones de electores
habilitados para estas elecciones estarán frente a un desafío histórico signado
con las siguientes particularidades:
Polarización: este proceso particularmente
sufre una grave polarización acordada, esta es aplicada por los dos polos
tradicionales que han dominado la política nacional en los últimos años y que
ahora se da con la anuencia de un cuestionable cne, esta conveniente estrategia
ha pretendido privar a los electores de recibir ofertas políticas alternativas,
las que son silenciadas por las acciones parcializadas del cne y por las
avasallantes campañas políticas de los polos que solo se auto promueven
mutuamente.
Abstención: históricamente se ha registrado
un índice considerable de abstención para las elecciones de índole regional,
postura esta que es usada como una forma de protesta popular, de no estar de
acuerdo con los candidatos propuestos y también marcar la desconfianza que
existe ante este desgastado sistema
electoral, pero para este domingo 15 de octubre este no funge como opción,
porque él no votar se traduce en aceptar esta actual forma de hacer política y
de hacer gobierno.
Desmotivación: a causa de presentarse en el
país una contienda política sin fin, sentida desde los continuos desaciertos de
un sistema de gobierno que no termina de aplicar políticas que solucionen los
problemas del pueblo, así como también los
de una oposición que solo busca a costa de cualquier sacrificio acceder
a una parte del botín financiero que le corresponde a la patria, causa esto la
perdida de motivación de nuestro pueblo en participar en la política nacional
como sistema para establecer su voluntad.
Presión y Acoso: por tratarse de unas
elecciones con una vital trascendencia, los electores habilitados sufren una
alta presión y acoso político, desde las constantes campañas publicitarias con
mensajes subliminales de manipulación, hasta la amenaza laboral en la institucionalidad
del estado, con esto los polos se proponen torcer la conciencia del pueblo y
lograr una dominación de la intención del voto; aunque ahora afortunadamente
podemos notar que para estas elecciones el electorado ha adquirido una alta
conciencia de lo que quiere y le conviene, y que al final podrán presionarles a
que voten, pero por el voto ser secreto no podrán obligarles a votar por un
candidato en particular.
Miedo y Manipulación: desde los polos se
instauro sin medida un bombardeo hacia la voluntad y conciencia del pueblo,
donde se busca manipular su voluntad con temas que le afectan su vida, temas que van desde “debes votar por, para
evitar las guarimbas, muertes y violencia” hasta “debes votar por, para que tengamos comida, medicina y salir de
la crisis”, estos mensajes al tocar las necesidades de la población, buscan
torcer la intención de voto, pero al final son solo propagandas políticas que
buscan desesperadamente el apoyo que necesitan los polos para seguir
atornillados en la política nacional.
Como pudimos apreciar anteriormente, existen
factores que posicionan esta elección como una gran encrucijada y desafío
histórico nacional, desde donde se demarcara con la voluntad popular el futuro
político y el porvenir de las nuevas generaciones, pero el electorado debe
comprender que es desde ese punto tan trascendente, que debe partir nuestro
pueblo para desde la conciencia salir masivamente este domingo 15 de octubre a
participar por nuestro futuro y por un mejor país.