Prensa. elestimulo.com
El
Observatorio Venezolano de la Salud advierte, en un comunicado de prensa, que
las condiciones sanitarias y de hacinamiento, agravadas por la crisis que
atraviesa el país, han incidido en el incremento de los casos de tuberculosis
El
repunte de enfermedades contagiosas en el país no se detiene y no se limita en
patología. La tuberculosis, un mal que debería estar en el imaginario colectivo
de gobernantes y ciudadanos como una enfermedad que circula en Venezuela y que
se llevó a Simón Bolívar, triplicó su incidencia en los últimos cinco años.
En
2010 se registraron 2.190 casos y en 2015 se elevaron a 7.278, la última cifra
disponible en los desaparecidos boletines epidemiológicos del Ministerio de
Salud. “Esto significa que la incidencia de la enfermedad pasó de 21,9 casos
por 100.000 habitantes a 23,5 por cada 100.000 habitantes”, indica el
Observatorio Venezolano de Salud (OVS).
Jorge
Díaz Polanco, investigador, especialista en Desarrollo, Planificación y
Políticas de Salud e integrante del OVS, advierte que no se tienen registros
oficiales confiables sobre la situación de la tuberculosis en el país, pero los
subregistros presentan datos aproximados que dejan ver cómo esta enfermedad ha
ido ganando terreno.
“En
el caso de esta incidencia de la tuberculosis ocurre lo mismo que cuando estás
en una tarde muy calurosa y dices ‘qué calor hace’ pero no sabes cuántos grados
hace. Uno siente que este problema está creciendo y creciendo y es
incontrolable”, señaló Díaz Polanco.
El
investigador explica que entre los últimos cinco años, el aumento de la
tuberculosis ha tenido que ver con el deterioro intenso y rápido de la calidad
de vida de los venezolanos, donde han surgido una serie de condiciones que
predisponen a las personas de contagiarse. Un ejemplo son las condiciones de
hacinamiento en los hogares, pero sobre todo en las cárceles, y otro tiene que
ver con los altos índices de desnutrición de familias enteras que no tienen
acceso a alimentos suficientes y de calidad.
“Esta
escasez que estamos viviendo, estos aumentos de precios incontrolados que hacen
inaccesibles los alimentos, producen un conjunto de condiciones que son
riesgosas para la persona que está desnutrida o mal nutrida porque lo
predispone más a la tuberculosis que otra persona. Si a eso ahora lo asocias
con la aparición del sarampión y de la difteria pues aún más. Todas esas cosas
están conectadas porque de alguna manera están vinculadas a las condiciones de
vida y a las formas en las que la gente interactúa entre sí”, acotó el
especialista.
La
tuberculosis es una enfermedad producida por una bacteria que se propaga a
través del aire y de una persona a otra básicamente con el contacto con la
saliva de la persona infectada. Si no se trata adecuadamente, puede ser mortal.
El
sistema sanitario local está preparado para ofrecer el tratamiento a los
enfermos con tuberculosis, pero el paso por los hospitales de quienes ameritan
ser internados es tan traumático como el de cualquier paciente por estos días.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2014, cifras más
recientes disponibles, 9,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis en
el mundo y 1,5 millones murieron por esta causa, sobre todo por no ser
tratados. Además estima que una tercera parte de la población mundial está infectada
por el bacilo pero no han enfermado ni pueden transmitir la infección, pero
tienen un 10% de probabilidades desarrollar la tuberculosis.
El
OVS forma parte de la Coalición Global de Activistas contra la Tuberculosis
(GCTA, por sus siglas en inglés), desde donde se intenta hacer un frente
parlamentario de lucha contra esta enfermedad. Sin embargo, la actual coyuntura
política de Venezuela ha dificultado esa labor.
También
está desarrollando actividades para lograr establecer un contacto estrecho y permanente
con la Dirección de Enfermedades Respiratorias del Ministerio de Salud,
responsable del Programa Nacional de Tuberculosis (TB). Estas actividades
deberán tener mejores resultados en la medida en que cambie la situación
política del país.