El rechazo de
los principales partidos de la oposición venezolana a participar en las
elecciones de alcaldes de diciembre aumentó la incertidumbre sobre el desenlace
de la crisis, ahora con las presidenciales en el horizonte.
Prensa. AFP.
Acción
Democrática (AD), Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP) -con el mayor caudal
electoral de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD)- se marginaron de
los comicios alegando que no hay garantías para una elección transparente. Según
analistas, el oficialismo apresura las municipales para aprovechar la fractura
en la MUD, tras las elecciones regionales del pasado 15 de octubre cuando sólo
ganó cinco gobernaciones, contra 18 del chavismo.
VP,
AD y PJ argumentaron el lunes que prefieren enfocarse en presionar por mejores
condiciones para las presidenciales de fines de 2018, luego de considerar
“fraudulento” el proceso de las regionales. La oposición no descarta un
adelanto de las presidenciales por parte del gobierno, que cuenta con una
Asamblea Constituyente de plenos poderes y un consejo electoral que, según la
MUD, sirve al gobierno y permitió “irregularidades” en las votaciones de
gobernadores.
Aquí
tres posibles escenarios del conflicto:
“Mapa
rojo, rojito”
El
chavismo controla 242 de las 337 alcaldías, la oposición 76 y el resto está en
manos disidentes de ambos bandos o independientes. “Veo al gobierno cumpliendo
su plan de acabar con los opositores, los dispersó. Ahora va camino a una
victoria en las municipales por forfait (inasistencia)”, comentó a la AFP el
politólogo Luis Salamanca.
La
decisión de VP, PJ y AD rememora la marginación de la oposición en las
legislativas de 2005, lo que permitió que el chavismo aprobara leyes que
aumentaron su poder. Ahora, la oposición podría perder municipios clave lo que
dejaría, al decir de los venezolanos, el mapa político “rojo, rojito”, por el
control del gobernante partido socialista.
“La
capacidad de la oposición para provocar los cambios políticos está muy debilitada.
El gobierno tiene el balón en su cancha”, aseguró el analista Luis Vicente
León. Maduro, triunfalista tras las regionales, auguró una nueva victoria en
diciembre y ha advertido que el actual sistema electoral no cambiará porque es
“el más perfecto del mundo”.
Resurrección
de la MUD
El
jefe del Parlamento, Julio Borges, de PJ, sostiene que la oposición debía
“trancar el juego” para que la comunidad internacional presione por “elecciones
justas”. “La batalla más grande son las presidenciales”, apuntó. Para León, la
oposición debe ahora convencer a las bases de que la abstención en las
municipales “debilitará al gobierno y que tiene un plan alternativo”.
Salamanca
estima que lo que pasa “no es un mal de morirse” y que las presidenciales no se
comparan con las regionales”, donde muchos opositores no votaron frustrados al
no lograr sacar a Maduro ni frenar la elección de la Constituyente tras
violentas protestas entre abril y julio. “Lo que se juega en 2018 es el posible
inicio de un cambio de régimen, es la suerte del país”, comentó.
Pero
advirtió que la MUD debe reunificarse, pues “la gente no vota por partidos”
sino por una opción contra el gobierno, muy impopular en medio de la grave
crisis económica. Líderes opositores aseguran que la MUD debe refundarse, pues
la actual alianza está agotada.
Nuevos
liderazgos
Aunque
es probable un fortalecimiento del gobierno, León ve también “un chavismo que
se autocondena a radicalizarse y aislarse internacionalmente para preservar el
poder”. Estados Unidos, que impuso sanciones económicas al país, y la Unión
Europea, que estudia posibles medidas, desconocen la Constituyente y
cuestionaron las regionales.
Sin
una negociación a la vista, la situación política y económica del país, con
graves problemas sociales por la falta de alimentos y medicinas, tiende a
deteriorarse aún más, según los expertos. Pero también la oposición puede
saltar en pedazos y los partidos grandes, que no van a las municipales, podrían
fracturarse en las regiones pues muchos opositores quieren evitar que el
chavismo controle sus municipios.
“Es
de esperar también una pérdida de relaciones de confianza entre la oposición y
la comunidad internacional, al no conseguir esta última interlocutores
válidos”, advirtió León.
El
político John Magdaleno se preguntó si factores opositores “estarán
conscientes” de que se puede de ir “rumbo a un suicidio político colectivo”. León
contempla un escenario hasta ahora no visto: “espacios para el surgimiento” de
nuevos líderes que competirán por el control político futuro del país, tanto en
el chavismo como en la oposición moderada y radical.