Prensa.
lanacionweb.com
Se
tornó aún más compleja la tarea de abastecerse de gasolina en la capital
tachirense, pues muy pocas estaciones de servicio estaban operativas por la
falta de combustible; y en aquellas donde había, los usuarios debieron emplear
entre seis y siete horas para llenar los tanques de los automotores.
La
tediosa espera se tornó en impaciencia en varias de las estaciones de servicio,
donde los usuarios optaron por evitar que los acostumbrados “coleados” pagaran
entre 20 y 25 mil bolívares para llenar el tanque, modalidad que ha sido
impuesta por los isleros o bomberos, quienes descaradamente y a la vista de
todos, cobran esa suma sin importarles que las demás personas tengan que
esperar por muchas horas para acceder al combustible.
Las
pocas estaciones que poseían gasolina se vieron colmadas de impacientes
conductores, que incluso llegaron a estacionarse desde la madrugada para lograr
unos litros de gasolina, espera que en algunos casos no fue fructífera, pues
tras algunas horas de abiertas, aparentemente fallaron los sistemas
computarizados y por lo tanto fueron paralizadas las actividades de llenado, lo
que derivó en protestas y quejas por el mal servicio.
Al
menos unas quince bombas de servicio, de la parte alta y baja de la ciudad,
esperaban hasta las horas del mediodía el arribo de gandolas con el
combustible, lo cual generó mayor impaciencia entre los dueños de los
automotores.
A
raíz de las largas colas en los alrededores de las diversas estaciones de
servicio, se formaron grandes trancones, lo cual creó un enorme caos, que
incluso impidió por horas que el tránsito fuera fluido.
¿Dónde
están las autoridades?
El
caos que se observara en las pocas estaciones de servicio que operaron ayer
miércoles, el común denominador fue la ausencia de autoridades militares que
organizaran la distribución del combustible, ya que se ha hecho costumbre en
las bombas que coleados y oportunistas paguen para evadir las tediosas horas de
espera, hecho que en gran parte es el causante que muchos ciudadanos deban
esperar por muchas horas para llenar los tanques de sus vehículos.
La
presencia de miembros de la Fuerza Pública en las estaciones de servicio,
aunque no es un garante de transparencia, pues en ocasiones cuando estos se
encuentran de custodia suele ocurrir la misma situación de los coleados,
permitiría que esta práctica fuese menor, lo que indudablemente contribuiría al
descenso de las kilométricas colas.
Poco
combustible
Isleros
consultados declararon que el abastecimiento de gasolina para el estado Táchira
ha sufrido serios retrasos en los últimos meses por daños en la gandolas y
falta de repuestos para repararlas, lo que agregaron ha impactado negativamente
en la distribución del mismo y por ende, causando el caos y suplicio en el que
se ha convertido llenar el tanque de los carros.
Pablo Eduardo
Rodríguez