Prensa.
efectococuyo.com
“El
régimen autoritario en Venezuela ha logrado ganar tiempo organizando elecciones
fraudulentas y evitando el impago de su deuda externa. No obstante, la decisión
de Caracas de asignar $2,000 millones en divisas a los tenedores de bonos en
vez de importar alimentos, puede resultar mortal, especialmente si el régimen
dirigido por Nicolás Maduro enfrenta otra ronda de sanciones internacionales o
protestas callejeras renovadas por parte de gente desesperada y hambrienta”.
Así
lo señaló Roger F. Noriega, ex embajador de Estados Unidos ante la Organización
de los Estados Americanos y ex Secretario de Estado adjunto para Asuntos del
Hemisferio Occidental de 2001 a 2005 bajo la presidencia de George W. Bush, en
artículo publicado en la revista Newsweek.
Considera
el experto que las sanciones por parte de la administración del presidente
Trump, así como las presiones a socios
regionales y europeos para que haya una transición democrática “han afectado al
régimen y a sus líderes corruptos. Sin embargo, sin una oposición interna más
fuerte y esfuerzos internacionales más enérgicos, Maduro consolidará una
dictadura o colapsará al país por completo”.
Para
el asesor político, la supervivencia de Maduro hasta ahora es producto de la
“indulgencia diplomática” iniciada por el presidente Obama pues, a pesar de que
durante años el régimen de Maduro, respaldado por Cuba, manipuló implacablemente
el sistema a su favor, los diplomáticos estadounidenses “convencieron
repetidamente a líderes de la oposición de que el diálogo falso y las
elecciones son formas viables de obligar a la dictadura a compartir el poder”.
En
2013-14 y 2016-17, las protestas callejeras comenzaron a agotar el aparato de
seguridad interno, pero los políticos acordaron un “diálogo” que disipó la
presión nacional y extranjera sobre el régimen.
En
2015, la oposición arrasó en las elecciones parlamentarias, pero Maduro disolvió
la Asamblea Nacional poco después. Este verano, el 98 por ciento de los 7.5
millones de votantes venezolanos participaron en un plebiscito de oposición
rechazando al régimen ilegal llamando a los militares a defender la
constitución. Después de las “elecciones” de la Asamblea Nacional
Constituyente, controlada por el gobierno, la empresa que computa los
resultados (Smartmatic) acusó a la junta electoral de cometer un fraude masivo.
Sorprendentemente para Noriega, “la oposición dilapidó el plebiscito e ignoró
la evidencia de fraude con tal de ganar algunas gobernaciones”.
Dice
el ex diplomático: “A nadie debería haberle sorprendido cuando las autoridades
electorales partidistas anunciaron que un régimen con índices de aprobación
prácticamente inexistentes ganó 17 de las 22 gobernaciones. Peor aún, los
llamados líderes de la oposición que obtuvieron victorias pírricas se vieron
obligados a jurar lealtad a la asamblea constituyente ilegal y omnipotente que
Maduro está utilizando para imponer el control absoluto”.
Explica
el analista que “Demócratas incondicionales como María Corina Machado y Antonio
Ledezma rompieron con la oposición por su decisión de participar en las
elecciones regionales. Ahora otros miembros de la oposición admiten el error de
creer que la dictadura de Maduro celebraría elecciones honestas. Esta última
debacle electoral desacreditó aún más a los jefes de oposición que buscan
engraciarse con el régimen en lugar de buscar un cambio genuino”, apunta.
“Crear
una oposición mucho más coherente y decidida, que gane la confianza del pueblo
y de la comunidad internacional, es la clave para evitar un colapso
catastrófico o una dictadura en Venezuela. Un liderazgo mucho más fuerte y
claro por parte de los EE.UU. es indispensable para alcanzar ese objetivo”,
opina Noriega.
Lo
que falta, a su juicio, es una estrategia para enfocar estos esfuerzos
pro-democracia de una manera más decisiva y coordinada. Esta debe ser la tarea
del Departamento de Estado. “Sin embargo, la diplomacia de los Estados Unidos
ha quedado relegada a la Organización de los Estados Americanos y al Grupo de
Lima, integrado por líderes preocupados en América Latina y Canadá, pero
curiosamente no de los EE.UU”.
Para
el asesor “No es demasiado tarde para que la Casa Blanca otorgue poder a un
coordinador que lidere un esfuerzo de todo el gobierno para lidiar con la
crisis en Venezuela y trabajar con socios internacionales para promover la
democracia y adoptar sanciones enfocadas y efectivas. Un coordinador también
sería invaluable para unir a la oposición venezolana en torno a un objetivo
compartido de una transición democrática urgente, y para enviar un mensaje a
los aliados de Maduro en Cuba, Rusia, China y dentro del ejército venezolano,
para que respeten la voluntad popular”.
“Este
apoyo internacional inequívoco para una sucesión democrática posterior a Maduro
puede ser la última esperanza para restaurar el orden constitucional y proteger
a los venezolanos de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y de
una catástrofe humanitaria”, concluye Noriega.
http://efectococuyo.com/secundarias/roger-noriega-si-eeuu-no-actua-con-celeridad-y-firmeza-venezuela-colapsara