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Canaima
es un hermoso parque nacional con paisajes únicos en el mundo. Ríos, cascadas y
quebradas, valles profundos y extensos, selvas impenetrables, sabanas y
morichales que alojan innumerables especies vegetales, una fauna diversa y las
majestuosas mesetas llamadas tepuyes. Debido a su extensión, el parque está
dividido en dos sectores: el sector occidental donde se encuentra la
impenetrable selva del Escudo Guayanés, y el sector oriental, conocido como La
Gran Sabana, que cuenta con onduladas planicies. Ambos sectores con una rica
cultura proveniente de las poblaciones aborígenes autóctonas.
El
parque está situado en la región fisiográfica conocida como Tierras Altas de
Guayana y ocupa actualmente una extensión de unos tres millones de hectáreas,
lo que le ubica entre los seis Parques Nacionales más grandes del mundo. La
superficie original de un millón de hectáreas, fue ampliada en 1975, debido a
las recomendaciones sugeridas por el Plan Rector que se hizo para este parque.
Ello dio lugar a una modificación de los límites originales, incorporando nuevas
áreas de probado valor ecológico y de una gran calidad paisajística, situadas
al Norte, Este y Sur de los primitivos linderos, cuya preservación desde un
punto de vista conservacionista era apremiante. De estas nuevas áreas merecen
destacarse: la cuenca del río Carrao, las cabeceras del río Caroní, el
magnífico escenario montañoso de la Sierra de Lema, el nacimiento del río
Cuyuní y las llanuras inmensas ondulantes, cubiertas de hierba que configuran
la singular zona conocida como la Gran Sabana. En estas tierras incorporadas al
parque podemos encontrar muchas cataratas de gran altura, entre las que se
destaca la del Kukenín, así como hermosas áreas de selva y de sabanas,
monolíticos tepuis, la flora característica de sus cumbres y la vertiente del majestuoso
Monte Roraima.
Al
sureste del Orinoco, en territorio venezolano, se extiende una amplia región,
conocida con el nombre genérico de Guayana. En ella los ríos turbulentos, los
vientos huracanados, las lluvias torrenciales, contrastan con la inmensa quietud
de las sabanas onduladas y con los majestuosos y misteriosos tepuis, todo lo
cual crea un conjunto de sobrecogedora belleza y espontaneidad. Durante las ya
lejanas Épocas de la Conquista y de la Colonia, la amplitud de estos
territorios y de sus riquezas naturales originó la leyenda de El Dorado. Ella
atrajo a aventureros, exploradores y colonizadores quienes arribaron a estas
tierras en busca de oro, piedras preciosas y otros productos valiosos.
Las
singulares riquezas naturales y escénicas y la importancia ecológica del
Sureste de la Guayana, fueron las causas principales que motivaron su
protección como patrimonio natural invaluable para las presentes y futuras
generaciones de venezolanos. Del reconocimiento de estos valores surgió la idea
que más tarde se transformará en realidad, de que una parte considerable de
esta privilegiada región fuese declarada Parque Nacional. Este parque, el
segundo en extensión del país y uno de los más sobresalientes de cuantos
integran el Sistema de Parques Nacionales de Venezuela, fue establecido por
Decreto Ejecutivo Nº 770 de fecha 12 de junio de 1962.
El
parque está situado en la región fisiográfica conocida como Tierras Altas de
Guayana y ocupa actualmente una extensión de unos tres millones de hectáreas,
lo que le ubica entre los seis Parques Nacionales más grandes del mundo. La
superficie original de un millón de hectáreas, fue ampliada en 1975, debido a
las recomendaciones sugeridas por el Plan Rector que se hizo para este parque.
Ello dio lugar a una modificación de los límites originales, incorporando
nuevas áreas de probado valor ecológico y de una gran calidad paisajística,
situadas al Norte, Este y Sur de los primitivos linderos, cuya preservación
desde un punto de vista conservacionista era apremiante. De estas nuevas áreas
merecen destacarse: la cuenca del río Carrao, las cabeceras del río Caroní, el
magnífico escenario montañoso de la Sierra de Lema, el nacimiento del río
Cuyuní y las llanuras inmensas ondulantes, cubiertas de hierba que configuran la
singular zona conocida como la Gran Sabana. En estas tierras incorporadas al
parque podemos encontrar muchas cataratas de gran altura, entre las que se
destaca la del Kukenín, así como hermosas áreas de selva y de sabanas,
monolíticos tepuis, la flora característica de sus cumbres y la vertiente del
majestuoso Monte Roraima.
En
Canaima se destacan además los abundantes y variados recursos hidráulicos,
generados dentro de la tercera cuenca hidrográfica del país: la del río Caroní,
cuyas aguas alimentan el mayor lago artificial, el Embalse de Guri (Presa Raúl
Leoni) y dinamizan el gran complejo industrial de Ciudad Guayana, asiento de la
industria siderúrgica nacional.
La
extraordinaria importancia del Parque Nacional Canaima, es debida, no solo a su
enorme extensión, sino también a su gran variedad de biotopos y a la diversidad
de los recursos naturales y socioculturales que encierra, algunos de los cuales
constituyen atributos tan sobresalientes y exclusivos que hacen de él un parque
único, con enormes posibilidades de desarrollo y de aprovechamiento cultural y
científico.