Prensa. EFE.
Las
autoridades colombianas comenzaron hoy la deportación de 130 venezolanos que
acampaban desde hacía seis meses en un polideportivo de la ciudad fronteriza de
Cúcuta. Personal de Migración Colombia, la Alcaldía de Cúcuta y la Policía
Nacional adelantan el dispositivo en el barrio Sevilla, en donde permanecían
900 venezolanos.
La
acción busca deportar a quienes se encuentran de manera ilegal en el país y
ayudar a los que cuentan con la documentación necesaria y desean salir de
Cúcuta hacia otras ciudades o países. “La Secretaría de Seguridad Ciudadana
acompaña la salida del primer grupo de 36 personas venezolanas, a quienes se
les brinda ayuda en movilidad con destino a Ipiales, en la frontera con
Ecuador, como fue el compromiso asumido. Allí cruzarán la frontera para seguir
su trayecto”, indicó la Alcaldía en Twitter.
El
pasado lunes, los habitantes del barrio Sevilla iniciaron una protesta masiva,
que incluyó el bloqueo de vías, por la llegada de aproximadamente 900
venezolanos a esa parte de la ciudad. Según los pobladores, los venezolanos
instalaron campamentos en el polideportivo de la zona al que, incluso,
bautizaron como “Hotel Caracas”.
La
Policía colombiana confirmó ayer que capturó a tres jóvenes que lanzaron bombas
incendiarias contra los venezolanos para obligarlos a abandonar el lugar. El
alcalde Cúcuta, César Rojas, quien dio plazo a los venezolanos hasta hoy para
que se retiraran, explicó a periodistas que “posterior a la salida voluntaria
de los escenarios deportivos del barrio Sevilla, se inició la recuperación,
mantenimiento y limpieza de la zona”. El pasado 19 de enero, Migración Colombia
informó que el flujo migratorio de venezolanos se incrementó en un 110 % en
2017. Según un estudio, más de 35.000 venezolanos entran a Colombia diariamente
para huir de la crisis política, económica y social que afecta a su país.