Prensa. efectococuyo.com
Foto: Miguel Gutiérrez
/EFE.
A
Óscar Pérez, exfuncionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas (Cicpc) lo estaban buscando desde junio de 2017. Este 15 de
enero lo encontraron. El operativo, que empezó a las 5:00 am, terminó al
mediodía con seis funcionarios heridos y dos fallecidos; cinco detenidos y una
cantidad indeterminada de muertos, que presuntamente pertenecían al grupo
comandando por el exagente.
Desde
la madrugada, las autoridades cortaron los servicios de electricidad y
telefónicos, a partir del kilómetro 14 de la carretera de El Junquito, zona
montañosa del noroeste de Caracas, aunque el procedimiento se realizaba a 2.000
metros de distancia.
Al
kilómetro 16 llegaron comisiones de la Policía Nacional Bolivariana (PNB),
pertenecientes a la Fuerza de Acciones Especiales (Faes); de la Guardia
Nacional Bolivariana (GNB), integrantes de la Comsión Antiextorsión y Secuestro
(Conas); de la Dirección Contra Inteligencia Militar y del Servicio Bolivariano
de Inteligencia Nacional Bolivariana (Sebin).
También
había funcionarios de la Policía del Municipio Libertador restringiendo el paso
por la carretera nacional que lleva a El Junquito por lo que el acceso de los
periodistas fue imposibilitado.
Camionetas
blindadas de la Faes, tanquetas de la PNB y del Ejército, lanzamisiles,
granadas y fusiles fueron utilizadas por los entes de seguridad del Estado para
combatir a un grupo de siete hombres que se encontraban con Óscar Pérez, el
exfuncionario que se convirtió en un “terrorista” para el Gobierno venezolano.
Expertos
en materia armamentística indicaron a Efecto Cocuyo que el lanzamisil utilizado
era un Ruchnoy Protivotankoviy Granatomyot (RPG), arma de guerra antitanque
portátil de origen soviético.
Una
fuente extraoficial, que tuvo acceso a información del operativo, indicó que
hasta las 10:30 am los hombres de Óscar Pérez seguían haciendo frente a las
comisiones, pese a que más temprano indicó a través de su cuenta de Twitter que
se entregaría.
En
un video que circuló vía mensajería instantánea se escucha una conversación
entre un uniformado de la PNB y los hombres escondidos en una casa de El
Junquito. El efectivo le asegura a Óscar Pérez que no quiere “que se ponga violento
esto”.
“Aquí
vamos a estar nada más el Ministerio Público, periodistas y nosotros (…) para
hacer esto ganar, ganar, gana el Estado (…) ojo estaba hablando con Pimentel,
le dije que la orden del presidente (inentendible) es resguardarle la vida y es
por eso que no veo esto violento (…) Viene el Faes y sabe cómo actuamos en los
grupos de acciones especiales (…) El Faes es una sola familia, vinimos a
cumplir una orden y aquí estamos, tristemente”, se oye decir al funcionario que
negociaba con Óscar Pérez.
Información
de un agente dentro de la PNB aseguró a Efecto Cocuyo que en el operativo
participaron miembros de un grupo de exterminio conformado por hombres del
colectivo Tres Raíces. Estos portan carnet de ese cuerpo policial, aunque no
pertenecen a él ni poseen entrenamiento policial, y suelen actuar como
funcionarios de seguridad.
Una
habitante de El Junquito indicó a Efecto Cocuyo que en la mañana pudo escuchar
al menos 10 detonaciones fuertes, sumadas a las constantes ráfagas de disparos.
Faes
en duelo en el Pérez Carreño
A
las 11:00 am, en el Hospital Pérez Carreño, llegaron las ambulancias
provenientes de El Junquito. Llevaban a ocho PNB heridos, de los cuales
murieron dos, según indicó Diosdado Cabello, el vicepresidente del Partido
Socialista Unido de Venezuela (Psuv),primer vocero oficial que emitió
información del despliegue.
Los
fallecidos fueron identificados como Andrew Farate, a quien le dieron un tiro
en el pecho; y Roger González, quien recibió tres impactos en el cuerpo, uno de
ellos en la cabeza. Los heridos fueron:
Williams
Tovar de 29 años de edad. Oficial de la Faes y de la Uote.
También
se encontraba entre los heridos el líder del colectivo Tres Raíces, del 23 de
Enero, Heikel Vázquez. Pero este ingreso no quedó registrado en las minutas del
Pérez Carreño.
Para
la 1:00 pm los alrededores del hospital caraqueño estaban rodeados de
funcionarios de la PNB. Montaban guardia en los tres accesos: autopista
Francisco de Miranda, carretera de Antímano y calle La Guayanita. Limitaban el
ingreso de motos al perímetro, pero no obstaculizaban el paso de pacientes y
familiares.
En
la morgue del centro médico estaban apostados hombres vestidos de negro. Eran
los compañeros de los heridos, pertenecientes a las Faes. Algunos tenían los
pantalones manchados de barro y otros aún tenían encima el equipo de acciones
especiales (cascos blindados y fusiles de guerra).
“El
carro quedó destruido. Inservible. Tenías que ver eso”, “No sabes lo que fue
eso. Nos veíamos a ver si nos dieron. ¡Yo decía que no, que a mí no me habían
dado!”. Estas eran algunas de las expresiones que se escuchaban en las
conversaciones de los efectivos.
A
las 3:00 pm una furgoneta del Servicio de Nacional de Medicina y Ciencias
Forenses (Senamecf) salió de la morgue del Pérez Carreño; mientras que otra
quedó estacionada en la entrada de esta dependencia de salud.