Con una
operación en decenas de tiendas de la cadena 7-eleven a nivel nacional, las
autoridades federales de inmigración inauguraron la nueva estrategia del
gobierno de Donald Trump para combatir a la inmigración irregular en el país:
presionar a los patronos.
Prensa. Mundo
Hispánico.
Desde
tempranas horas del miércoles, agentes del Servicio de Inmigración y Control de
Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) realizaron auditorías y entrevistaron a
trabajadores en lo que las autoridades describieron como el operativo más
grande en contra de una empresa bajo la presidencia del mandatario republicano.
Las auditorías podrían presentar acusaciones penales o imponer multas contra la
empresa por sus prácticas de contratación.
Durante
el operativo, los agentes de ICE arrestaron a 21 personas y, según Derek
Benner, un alto funcionario ICE, la operación buscaba que “los empleadores
estén advertidos de que vamos a salir y a asegurarnos de que cumplan (la ley)”.
Por
su parte, la empresa 7-Eleven Inc., con sede en Irving, Texas, dijo sobre el
operativo mediante un comunicado que las tiendas “pertenecen a propietarios
independientes quienes son los únicos responsables por sus empleados, quienes
deciden a quien contratan y verifican su elegibilidad para trabajar en Estados
Unidos”. La agencia aseguró horas después que éstas inspecciones sorpresa son
solo la punta de lanza de una nueva política que ahora buscará hacer que los
patronos rindan cuentas por contratar mano de obra que no se encuentra de
manera legal en el país, según un reporte publicado en internet.
Según
ICE, la nueva estrategia incopora inspecciones, multas y arrestos a empleadores
y trabajadores sin documentos, y la promoción de un programa de cumplimiento
que ofrece una certificación para las empresas que cumplen con las leyes
laborales referentes a la inmigración, conocido como IMAGE. Benner agregó que
la estrategia priorizará a quienes “abusen y exploten a sus trabajadores,
ayuden en el tráfico humano de la mano de obra ilegal en los Estados Unidos,
fabriquen documentos falsos, faciliten el fraude de documentos o creen un
modelo de negocios completo basado en trabajadores indocumentados”.
El
funcionario también fue claro al asegurar que ICE “continuará sus esfuerzos para
proteger los empleos de los trabajadores estadounidenses al eliminar las
ventajas competitivas de las compañías que explotan la inmigración ilegal”. La
nueva estrategia de ICE surge a pocos días de que Trump cumpla un año en el
poder, un periodo en el que el combate a la inmigración irregular se vio
fortalecida a partir de órdenes ejecutivas y en el que se incrementaron en un
40 por ciento los arrestos y las deportaciones de indocumentados, en relación
al año 2016.
Con
información de Lourdes Vázquez, reportera de Mundo Hispánico en Dallas y de AP.