Prensa. Efecto
Cocuyo.
Mientras
el Gobierno nacional celebra los siete incrementos del sueldo mínimo durante
2017, como uno de sus mayores logros para proteger al “pueblo”, políticos de
oposición, economistas, sociólogos y gremios empresariales señalan que los
aumentos, aunque necesarios, se diluyen ante la hiperinflación.
Esta,
que según cálculos de firmas financieras alcanzó 2.700% en doce meses, anula
las alzas del sueldo mínimo, que fueron de 511% durante el año que acaba de
terminar.
Pese
a ello, el presidente Nicolás Maduro, destaca y utiliza en su propaganda, que
el sueldo mínimo arrancó hace doce meses en Bs. 104. 358 y terminó en Bs. 797.
510. Aumentos nominales e insuficientes, porque no se combate “el problema de
raíz”, afirman especialistas.
Cestaticket
no es salario
Andrés
Velázquez, exgobernador del estado Bolívar y quien fuera líder sindical, afirmó
en su cuenta de Twitter, el pasado martes 2 de enero, que es incorrecto decir
que aumentó el “sueldo mínimo integral”, que resulta de la suma del salario
mínimo más el Cestatiket, como lo hace el Gobierno de Maduro, porque “el bono
de alimentación no es parte integrante del salario y no se considera para
prestaciones”, explicó el dirigente.
Para
octubre de 2015, un trabajador cobraba mensualmente Bs. 6.750 en bonos de alimentación
(1.5 UT por día trabajado), mientras que el salario mínimo era Bs. 9.649.
Desde
el 17 de febrero de 2016, el cestatiket superó al salario mínimo, lo que le
permite al trabajador poder comprar más alimentos, pero no recibir mayores
prestaciones.
El
Estado venezolano, mayor proveedor de empleos en el país, reduce sus pasivos
anuales pagando a sus trabajadores más bolívares en bonos que sueldos realmente
integrales. Solo hasta el 2011, el Estado Venezolano contaba con 2.463.759
empleados lo que representan el 19,6% de la fuerza laboral del país, según
cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La
hiperinflación es el problema real
El
exgobernador del estado Miranda y dirigente nacional del partido político
Primero Justicia, Henrique Capriles, escribió, en su cuenta de Twitter, que los
ajustes del salario mínimo son, “un ejemplo de la incapacidad y nefasta
política económica de Maduro para con los trabajadores. No pudo ni podrá
defenderlos de la hiperinflación que él mismo ha generado. Que sea el 2018 el
adiós del desastre”, expresó.
Así
mismo, el diputado de la Asamblea Nacional (AN), Miguel Pizarro, señaló en su
cuenta de Twitter, el pasado lunes 1° de enero, que el incremento salarial no
mejoraría la situación económica, sino que más, bien agravaría la crisis.
“Este
régimen pretende seguir disfrazando los problemas. Aumentar el salario mínimo,
una vez más, en medio de la crisis económica que vivimos, sin ninguna medida o
estrategia que permita detener la hiperinflación, solo va a seguir hundiéndonos
en la pobreza”, indicó el parlamentario.
El
Estado macrocefálico
El
sociólogo y excandidato presidencial, Claudio Fermín, dijo en una entrevista
para Globovisión, el pasado martes 2 de enero, que “mientras exista control de
cambio y de precios, mientras haya coerción sobre la empresa privada y su
producción, el salario mínimo seguirá siendo insuficiente ante la inflación”.
El
dirigente político explicó que “el diseño de Estado es macrocefálico, con miles
de organismos y unidades de producción, que interviene de tal manera que no
tiene dinero para financiarse… Ese Estado, no tiene dinero, por lo que imprime
el papel moneda inorgánico y para hacerlo inunda el mercado con billetes que no
tienen ningún valor”.
Según
los economistas, parte de la hiperinflación en Venezuela se debe a que hay más
dinero circulante que productos que comprar, lo que aumenta la demanda sobre
los artículos, cuyo precio aumenta por la ley de oferta y demanda. A mayor
demanda y menor oferta, el valor de los productos sube.
El
perro se muerde la cola
El
presidente de la encuestadora Datanalisis, Luis Vicente León, explicó este
miércoles 3 de enero, por medio de su cuenta de Twitter que, “en una
hiperinflación se producirán (y deben producirse) incrementos salariales
grandes y frecuentes. Es absurdo pretender que los precios se muevan y no los
salarios. El problema es que sin atender la raíz del problema (el modelo) esto
será un perro mordiéndose la cola”.
El
analista, expresó por la mima red social que, “el aumento salarial es un
analgésico clave para el dolor. Pero no resuelve para nada la enfermedad que lo
origina. El problema no es la pastilla que te tomas (aumento salarial). Sino la
que no te estás tomando (liberar y racionalizar la economía y promover la
producción privada)”, ejemplificó el también profesor universitario.
Lea
también: Ante la hiperinflación no hay incremento salarial que valga, señalan
economistas
El
economista y director de la firma Ecoanalítica, Asdrubal Oliveros, señaló este
miércoles por medio de su cuenta de Twitter, que, “la mejor política salarial
(y de protección al trabajador) que puede proveerse hoy es una política
económica centrada en la reducción de la inflación, es decir, resolver de raíz
el problema de la hiperinflación. Lamentablemente, eso no se ve en el
horizonte”.
Foto:
Globovisión