Prensa.
Efecto Cocuyo.
Durante el pasado 2017 fueron asesinados
312 defensores de derechos humanos en 27 países del mundo, de los cuales, al
menos 173 de los decesos ocurrieron en América Latina, según el Informe anual
de Defensores de Derechos Humanos en Riesgo, que publica la organización Front
Line Defenders.
El 80% de las vidas que fueron
truncadas, ocurrieron en Brasil, Colombia, México y Filipinas; Freddy Manare fue
el único de los defensores asesinado en Venezuela. Además, el 67% de los
líderes fueron defensores de la tierra y medio ambiente, y de los derechos de
los pueblos indígenas.
Del total de casos denunciados ante
Front Line Defenders, solo han sido arrestados sospechosos en el 12% de los
crímenes, lo que deja en evidencia que en la mayoría de los casos, los hechos
de violencia contra los defensores de derechos humanos queda en impunidad. De
acuerdo al informe publicado por la Ong, el 84% de los defensores de derechos
humanos ha recibido al menos una amenaza antes de su muerte.
Hacia las mujeres, se transforma esta
forma de violencia según el género, aseguró la organización en el informe. Se
han reportado casos de violencia sexual, ataques con ácidos y amenazas contra
sus hijos. En Latinoamérica se reportó en El Salvador, República Dominicana,
Guatemala, Nicaragua, México, Brasil, Colombia, Perú, y Honduras.
La organización también denunció que en
Venezuela, durante el periodo de tres meses de protestas de 2017, fueron
asesinados 160 manifestantes aproximadamente. Además, en el país, los
defensores de derechos humanos fueron atacados por organizar o movilizar a las
comunidades y denunciar las violaciones de derechos humanos que se produjeron
en ese periodo.
Otra de las preocupaciones denunciada
por la FLD es que durante los procesos electorales se produce un incremento de
ataques contra los defensores, hecho preocupante ya que en el 2018 se
realizarán comicios en Brasil, Colombia, México y Venezuela.