Crónica.
ALJER "CHINO" EREU
VITELIO MARQUEZ
PINTOR
IMPRESIONISTA DE GUASDUALITO
La
pintura es una poesía que se ve sin oírla. Icónica frase de Leonardo di ser
Piero da Vinci (polímata florentino del renacimiento italiano). O como afirmaba
el malagueño Picasso: La pintura es poesía; siempre se escribe en verso con
rimas plásticas.
Atendiendo
a lo anterior, estas máximas de tan virtuosos y únicos artistas expresan en sí la
simbiosis subjetiva entre ambas disciplinas y sus epímones estéticas. Por
tanto, no resultaría errático catalogar a un pintor como un poeta o a un poeta
como un pintor, conservando siempre las distancias entre las dimensiones y
mixturas características. Y en esta entramba Ramón Vitelio Marque Molina,
andino nacido el 02-12-64, en la aldea Los Restrojos, municipio de Guaraque,
estado Mérida, pero guasdualiteño adoptivo y de corazón, resulta un consistente
exponente del sincretismo e integralidad del arte de la pintura poética.
Con
tan solo dos años de vida arribaría este artista vanguardista a Periquera, en
compañía de sus padres el peluquero Roberto Márquez (quien establecería su
barbería en una esquina frente la iglesia Nuestra Señora del Carmen) y de su
madre Mireya Molina de Márquez. El escenario mágico y sereno de los años 60 del
aún pueblito, fue influenciando determinantemente su ignoto estilo pictórico
que años más tarde canalizaría hacia el impresionismo realista, caracterizado a
grandes rasgos por el intento de plasmar la impresión visual en formas con
paralelismos. De aquella época, el mismo le refiere al autor de estas notas:
Aquellos
años influyeron mucho en mí, aquel realismo mágico, por así decirlo, fue
absorbido por mi mente para cerrarse herméticamente para siempre. Sueño con
esos años, y los he plasmado en la pintura. Algo que recuerdo muy bien, era que
por nuestra casa por La Manga del Río, en tiempos de cardumen, los pescadores
volcaban sus redes para luego atiborrar sus canoas de peces. Cerca de nuestra
casa, bajo la sombra de un guamo, mi madre tenía un cebadero de palometas,
pescábamos en mucho. De esta forma el alimento del río nunca nos faltó, aun
llegué a ver el paso de ganado de borde a borde. Otra época amigo poeta (…)
ANECTODA
PUEBLERINA
Una
anécdota jovial de aquellos años recordada por Vitelio, fue la oportunidad en
que se extendió por el pueblito el rumor de la llegada de un gigante de más de
metros con un circo errabundo. Él, junto a otros niños, (incluyendo al futuro
novelista Juan Félix Michelangeli) llevados por la curiosidad, irian a la
tramoya para constatar al Goliat. La impresión al verlo sería tanta que en
presurosa carrera para sus hogares dejarían los bolsos escolares por la ronda.
Luego, para mayor sorpresa, el descomunal hombre resultaría ser su tío materno.
En esto acota: Ya en casa, mi padre dijo mientras subía a su bicicleta Rally:
ese debe de ser mi cuñado. Al rato regresó con la confirmación de que el
Gigante Maik, era mi tío materno. Luego, el empresario del circo le dio tres
días libres. Durante ese tiempo lo tuvimos escondido en una casita de bahareque
en La Manga a orilla de un brazo del Sarare. La gente se trepaba a la casa para
poder ver a mi tío Miguel, un gigante de 2,20 metros.
INICIOS
EN EL ARTE
Se
inicia en la pintura a la edad de trece años. Sus primeras obras reflejan en
trasluz su querencia por lo bucólico y natural. Buscando nuevos horizontes para
florecimiento artístico decide partir de su pueblo (Guasdualito) a la ciudad de
Caracas, para así realizar estudios de pintura por breve tiempo en la academia
de bellas artes Cristóbal Rojas. A los 17 años se aventura a cruzar el océano
para establecerse en la localidad de Castelvetrano provincia de Trapani, región
de Sicilia en Italia. Se inicia su germinar pictórico absorbiendo el influjo de
los pintores impresionistas del 800 francés.
En
tierras mediterráneas sus obras han sido expuestas en importantes salas
obteniendo excelentes críticas y mejor aceptación, recién fue participante de
un taller de dibujo figurativo en el Museo del Arte y la Ciencia de Milán. Ha
ganado varios premios, el principal hasta los momentos ha sido el otorgado por
El Palazzo Sormani, en donde actualmente está ubicada la Biblioteca Nacional de
Milán, el certamen se llevó acabo en la Sala del Greccheto, además de recibir
dos premios a nivel internacional, obteniendo trofeo y diploma. Este consagrado
autodidacta guasdualiteño ha perfeccionado su técnica y estilo con firmeza y
empeño, dejando en alto nuestro gentilicio en tierras continentales,
manteniendo siempre en su cofre espiritual al pueblo que lo adopto en un tiempo
nunca olvidado.
ALJER
"CHINO" EREU
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chinoereu@yahoo.es