Las
organizaciones humanitarias y la población de Nicaragua están convencidas de
que el Gobierno de Daniel Ortega utiliza francotiradores en contra de los
manifestantes
Prensa.
El
número de víctimas mortales por
la peor crisis sociopolítica de las últimas tres décadas en Nicaragua ascendió
a 139, informó este domingo
el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Las últimas víctimas,
todas civiles, perecieron entre la noche del viernes y sábado en las ciudades de Managua, Masaya y Jinotega,
de acuerdo con la organización humanitaria. Según el Cenidh, las muertes de
cuatro varones, entre ellos un niño, siguieron el mismo patrón de la
mayoría: heridas de bala de alto
calibre en la cabeza, cuello o torso.
Este
patrón dio pie a que en un informe preliminar la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) señalara que en Nicaragua la Policía Nacional y las fuerzas "parapoliciales" del Gobierno
posiblemente estén realizando "ejecuciones extrajudiciales",
algo que el movimiento Amnistía Internacional lo clasificó como información
confirmada.
Las
organizaciones humanitarias y población de Nicaragua están convencidas de que
el Gobierno de Daniel Ortega utiliza francotiradores en contra de los
manifestantes, lo que hasta ahora no ha sido confirmado más que en fotografías
que circulan en redes sociales. Los
asesinatos ocurrieron mientras el presidente Daniel Ortega se toma su tiempo
para responder a una carta que los obispos le entregaron con una propuesta de
"democratización" del país, ante la cual dijo que iba a
"reflexionar".
Obispo de Managua clama por una Nicaragua libre,
"sin tiranos ni víctimas"
El
obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Baez, clamó este domingo por una Nicaragua libre, "sin tiranos, ni
víctimas", tras los ataques en contra de los manifestantes en diferentes
puntos del país.
"¡Nicaragua
mía, me duele verte herida y saqueada! Te sueño libre, sin tiranos ni víctimas,
como una casa grande en la que todos y todas vivamos alegres, sin lágrimas ni
sangre, en libertad y justicia social, orgullosos de ser nicaragüenses por
gracia de Dios!", aseguró el prelado en sus redes sociales.
El
monseñor, de 60 años, es una de
las voces más críticas de la Iglesia Católica contra el Gobierno de Daniel
Ortega, al que en varias ocasiones lo ha calificado como una dictadura
que no respeta los derechos humanos.
De
hecho, en los últimos comicios municipales, Baéz, que estudió en Roma, no
participó en el proceso por considerar que no era confiable y añadió que el
sistema electoral nicaragüense, que administra el Consejo Supremo Electoral
(CSE), está "viciado" y cuenta "con un historial de fraude documentado, con
unas autoridades que no ofrecen confianza al pueblo de Nicaragua".
El
obispo nicaragüense también aprovechó sus redes sociales este domingo, donde es
muy activo, para agradecer la "solidaridad" de su "hermano"
José Ignacio Munilla, el obispo de San Sebastián (España) que publicó un
mensaje de la Biblia acompañado de una noticia en la que la población dice
confiar en la iglesia.
"Gracias
por su solidaridad a mi hermano, Mons. J.I. Munilla, Obispo de San Sebastián,
España, desde esta Nicaragua que sufre dolores de parto por su
liberación", reza el mensaje de Baéz. Nicaragua cumple 54 días de la crisis sociopolítica más
sangrienta desde los años 80, con Ortega también de presidente.
Las
protestas contra Ortega y contra su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de
abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una
exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de
abuso y corrupción.
FUENTE: EFE