Prensa.
Efecto Cocuyo.
Miguel Suárez, paciente renal, perdió su trasplante
de riñón de siete años en tan solo seis meses. La falta de tratamiento le hizo
presentar un rechazo agudo hace mes y medio. El paciente de 47 años pasó dos
semanas en diálisis, pero las fallas en el suministro de agua en Barquisimeto
(Lara) también le impidieron recibir ese otro tratamiento de forma oportuna. La
tarde de este lunes, 25 de junio, Miguel murió.
Debido a la escasez de inmunosupresores, fármacos
que evitan que el organismo rechace el trasplante y que son suministrados por
el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), Miguel no tomaba su
tratamiento completo.
“Él necesitaba tomar Myfortic, Prograf y Prednisona,
pero solo conseguía el último. No tomaba las dosis completas, sino lo poco que
encontraba, como todos nosotros”, dijo Shory, paciente trasplantada de
Barquisimeto, a Efecto Cocuyo.
Miguel fue trasladado de Barquisimeto, donde
residía, al Hospital de Acarigua, en Portuguesa. Los galenos de ese centro de
salud intentaron salvar su órgano, pero no pudieron. Sin su riñón, tuvo que
regresar a las diálisis y conectarse a una máquina que cumple con la función del
órgano: limpiar las toxinas que se acumulan en la sangre.
“Cuando le dieron de alta, él tenía la hemoglobina
en 4. Necesitaba transfundirse, pero en el hospital no había sangre y no tenía
los recursos para pagar las serologías“, explicó Shory.
La semana pasada, las diálisis de Barquisimeto
suspendieron sus sesiones debido a una falla en una tubería de Hidrolara,
hidrológica que presta el servicio en la entidad. Miguel perdió las sesiones de
ese día porque no había agua.
Miguel Suárez perdió su órgano trasplantado por
falta de medicinas, estando en diálisis y ante la ausencia de agua no pudo
dializarse, luego debido a su condición requería transfundirse pero no había
sangre en el hospital. Miguel Falleció.
“Ayer (25 de junio) llegó muy mal a la Unidad de
diálisis Barquisimeto. Tenía una infección en el catéter y lo tuvieron que
trasladar al Hospital Central de Barquisimeto. Ahí murió esperando que le
consiguieran la sonda y lo pudieran dializar”, lamentó.
Shory denunció que ni las unidades de diálisis ni
los hospitales de la entidad disponen de catéteres para poder brindar
tratamiento dialítico a los pacientes de forma oportuna en caso de prensentarse
una emergencia. Indicó que las personas con insuficiencia renal deben correr
con los gastos de la sonda.
Hasta este martes, 26 de junio, la Coalición de
Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) contabiliza 79
rechazos de órgano. Francisco Valencia, director de la ONG, indicó que solo en
2018 se registran 10 muertes de pacientes trasplantados debido a la falta de
medicamentos.