Prensa. Voluntad
Popular.
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15 días de protestas continuas en todo el país, las enfermeras venezolanas
salieron a las calles para seguir exigiendo mejoras salariales y las garantías
necesarias para cumplir con su labor. En esta oportunidad, la dirigente de
Voluntad Popular y diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela, Manuela
Bolívar, acompañó a las profesionales de la salud en el Hospital Doctor Luis
Salazar Domínguez, adscrito al Instituto Venezolano de Seguro Social (Ivss), en
Guarenas, estado Miranda, desde donde denunció además, las precarias
condiciones en las cuales se encuentra el ambulatorio.
“Hoy nos encontramos apoyando la protesta de las
enfermeras que por tercera semana consecutiva piden mejoras salariales, pero,
adicional a eso, denunciamos la situación de este centro que no cuenta ni con
algodón, ni con alcohol, ni con
inyectadoras. Incluso, este centro hospitalario huele a heces, porque no
tienen ni desinfectantes ni agua para poder limpiar. Este es un filial pagado
por los empleados públicos de todo el país, pero que aun así no funciona.
Incluso, en este ambulatorio, ponen a tres parturientas en una sola cama porque
no tienen más espacio. Hoy hay un paro técnico, y es porque éste y todos
hospitales en el país dejaron de funcionar”.
A
juicio de Bolívar, la corrupción del régimen de Nicolás Maduro es la causa
principal del colapso en el sistema de salud venezolano y de la grave
emergencia humanitaria en el país. Una vez más, instó al Ejecutivo que permita
la entrada de alimentos y medicinas a través de un canal humanitario.
“Hoy
el colapso económico es inminente. Rechazan la ayuda internacional y la
cooperación por una ideología loca que tiene a los venezolanos cercados entre
la vida y la muerte. Negarles a los venezolanos el acceso a medicinas y alimentos
es negar la vida a cientos de personas. El derecho a la salud es
constitucional, humano y no se le niega a nadie. Hoy estamos desde Guarenas,
acompañando a todas las enfermeras del país que se mantienen reclamando
dignidad y respeto”.
Por
su parte, la enfermera Daneisy Díaz, cuestionó el hecho de que Maduro aprobara
aumentos salariales a otros ministerios sin atender el clamor de los
trabajadores del sector salud, el cual es considerado el más importante del
país. Asimismo, denunció que las enfermeras de Ivss no reciben otro tipo de
beneficios sociales a parte de su sueldo base.
“Cobrar
500 mil bolívares es una humillación; además no tenemos ningún beneficio,
porque ni la caja de comida nos ha llegado. Un uniforme pasa los 10 millones y
los zapatos pasan los 30 millones de bolívares, y con nuestro sueldo ni un kilo
de sal podemos comprar. Entonces, exigimos nuestros beneficios y nuestro sueldo
digno. No somos esclavos, somos profesionales que nos preparamos para ejercer
este servicio. No hay nadie que salga por nosotros, porque ni el sindicato de
trabajadores nos ayuda. Nos dieron un bono de 20 millones, pero no hacemos nada
con eso. Nosotros no queremos bonos, queremos un salario digno para
sobrevivir”.
Finalmente,
la ciudadana María Pacheco denunció que su hijo Alfredo Alejandro Lobo, de 20
años de edad, se mantiene convaleciente en su casa por no poder ser atendido en
ningún hospital a los que ha sido trasladado durante los últimos días.
“Mi
hijo está en la casa con una fractura de fémur y una bala alojada en su cuerpo.
Ahorita le hicimos un examen de sangre que costó más de dos millones de
bolívares. Le pido al Presidente: mi hijo se está muriendo en mi casa. ¡Haga
algo!. Hemos ido al hospital de El
Llanito y al Pérez Carreño, en donde nos quieren ayudar, pero para eso el paro
tiene que cesar. Hemos ido a todos los hospitales y todos están
paralizados. Yo hago responsable a
Maduro de lo que le pase a mi hijo.
Nosotros, los ciudadanos tenemos derecho a la salud”, expresó.